El ejército israelí llevó a cabo ataques en la llanura de la Bekaa, en el este de Líbano, causando la muerte de 12 personas, según la agencia libanesa ANI, en violación al acuerdo de alto el fuego vigente desde noviembre de 2024. Las incursiones aéreas afectaron un campamento de desplazados sirios en Wadi Fara, en el norte del valle de la Bekaa, dejando siete civiles sirios muertos y ocho heridos.
Las operaciones militares, guiadas por inteligencia militar y el comando norte, focalizaron en objetivos considerados terroristas de Hezbolá, específicamente en la región de la Bekaa, donde fueron atacados campamentos de la unidad de élite de Hezbolá, la fuerza Radwan. Estas instalaciones eran utilizadas para entrenar a terroristas y planear atentados contra las fuerzas israelíes y el Estado de Israel, según informó el ejército israelí.
El comunicado señala que en una operación de septiembre de 2024, se eliminaron comandantes de la fuerza Radwan en Beirut y el sur del Líbano, pero que esta unidad continúa trabajando para recuperar sus capacidades. Además, advierte que el almacenamiento de armas y las actividades de Hezbolá en estos lugares violan los acuerdos entre Israel y Líbano y constituyen una amenaza futura para Israel.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, afirmó que los ataques envían un "mensaje claro" a Hezbolá y al Gobierno libanés, responsabilizándolos de respetar el alto el fuego. Añadió que Israel responderá con toda su fuerza a cualquier amenaza, incluyendo la reconstrucción de las instalaciones militares de Hezbolá, y asegura que continuará contrarrestando a los grupos terroristas que amenacen a sus habitantes y a sus intereses.
