Accidentes y riesgos en los cruces ferroviarios del Estado de México: la urgencia de mejorar la seguridad

Por: Equipo de Redacción | 10/09/2025 06:30

Accidentes y riesgos en los cruces ferroviarios del Estado de México: la urgencia de mejorar la seguridad

El accidente en Atlacomulco, donde un tren de carga de Kansas City Southern de México (CPKC) embistió un autobús de pasajeros, dejó al menos diez muertos y más de cincuenta heridos. Este hecho reavivó las críticas ante la precariedad de los cruces ferroviarios en el Estado de México, caracterizados por señalización mínima y dependientes únicamente del silbido de las locomotoras para alertar a peatones y automovilistas.

El corredor ferroviario conecta Lázaro Cárdenas, en Michoacán, con la frontera de Texas, atravesando comunidades rurales que hoy en día se han convertido en zonas densamente urbanizadas, como Toluca, Metepec, Lerma y Atlacomulco. La mayoría de estos cruces carece de plumas automáticas, semáforos o alarmas, lo que hace que cada cruce represente un peligro cotidiano.

El Ayuntamiento de Toluca ha intentado negociar con la concesionaria para ajustar los horarios y reducir los riesgos en el tránsito, sin éxito hasta ahora. Los trenes circulan a cualquier hora, impulsados por cadenas logísticas internacionales, no por la movilidad urbana de la ciudad.

El incidente en Atlacomulco no es aislado. En la última década, se han registrado múltiples colisiones entre trenes y vehículos en la región, como en 2022, cuando un autobús fue embestido en la carretera Toluca-Palmillas, con un saldo de un muerto y más de veinte heridos; en 2023, una pipa impactó en la zona industrial de Toluca; en 2024, un tráiler fue alcanzado en Santa Ana Tlapaltitlán, y en mayo reciente, un peatón fue arrollado en Toluca. Familiares de las víctimas insisten en que medidas de seguridad más estrictas podrían haber evitado estas tragedias.

Según expertos, un tren de carga que circula a 100 km/h necesita entre 800 metros y un kilómetro para detenerse, incluso con el freno de emergencia activado, debido a la inercia y el peso de miles de toneladas. La única forma efectiva de prevenir accidentes es la instalación de plumas, alarmas y señalización adecuada en los cruces.

Datos de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario indican que en el primer trimestre de 2025 se registraron 48 descarrilamientos, cinco más que en el mismo periodo de 2024. Tras el accidente en Atlacomulco, las autoridades anunciaron la instalación de plumas automáticas en ese cruce. Sin embargo, comunidades y familiares de víctimas subrayan que la problemática se extiende a otros puntos del Estado de México, donde los trenes cruzan colonias y avenidas sin suficiente infraestructura de seguridad, poniendo en riesgo la vida de peatones y conductores todos los días.