A partir del 1 de julio, entrará en vigor en 12 municipios del Valle de Toluca el programa 'Hoy No Circula'. Sin embargo, activistas y colectivos por la movilidad sustentable consideran que esta medida es insuficiente, fragmentada y con un posible enfoque recaudatorio.
Dante Álvarez Jiménez, integrante de colectivos que promueven un uso equitativo del espacio público, afirmó que aunque el diagnóstico ambiental del programa es real, las soluciones propuestas son parciales y carecen de un acompañamiento estructural.
‘Toluca enfrenta un grave problema ambiental que requiere una solución integral. Este programa es solo un paliativo, no una solución de fondo’, expresó en entrevista con El Sol de Toluca.
Asimismo, cuestionó el enfoque financiero del programa, señalando que su implementación sin medidas paralelas da la impresión de que busca más recaudar multas que mejorar la movilidad y calidad del aire.
‘Parece que el objetivo no es reducir la contaminación, sino obtener ingresos. Esto se evidencia cuando no hay un transporte público eficiente ni control riguroso sobre las industrias contaminantes’, añadió.
El programa se aplicará en Toluca, Metepec, Lerma, San Mateo Atenco, Zinacantepec, Tianguistenco, Temoaya, Xonacatlán, Calimaya, Almoloya de Juárez, Chapultepec y Mexicaltzingo, donde circulan más de 736 mil vehículos, según datos del INEGI y la Secretaría del Medio Ambiente del Estado de México. No obstante, solo el 27% de estos vehículos cuenta con verificación vigente.
Durante la segunda mitad de 2025, no se sancionará económicamente a los infractores. Las multas comenzarán a aplicarse desde el 1 de enero de 2026, con montos que oscilan entre 20 y 30 UMAS, es decir, entre 2,171 y 3,257 pesos.
Es importante recordar que la Ciudad de México implementó el 'Hoy No Circula' en los años noventa y estudios han mostrado que, en lugar de disminuir la contaminación, esa estrategia provocó un aumento en el parque vehicular, ya que muchas personas adquirieron autos adicionales para seguir circulando sin restricciones.
Álvarez Jiménez advirtió que Toluca podría seguir ese mismo patrón, pues la falta de una red de transporte público articulada, rutas limitadas y el aumento en el uso de motocicletas reflejan una necesidad más que una opción.
‘Ya se observan más motocicletas, y donde predominan hay pobreza y un transporte público deficiente. No es una elección, sino un reflejo del abandono del Estado’, dijo.
El Plan Colibrí reconoce que 8 de cada 10 unidades del transporte concesionado operan en irregularidad. Muchas utilizan diésel y concentran su operación en el centro y las terminales, dejando desatendidas las zonas periféricas.
‘Redistribuir unidades y reorganizar rutas no solo mejoraría el servicio, sino que también reduciría emisiones. Sin embargo, sin un rediseño profundo, cualquier medida será limitada’, señaló.
En días de alta circulación, Toluca ha registrado niveles de partículas PM2.5 iguales o mayores a las de la zona metropolitana del Valle de México, según mediciones de la Red Automática de Monitoreo Atmosférico.
El activista también destacó la falta de supervisión en industrias y comercios, muchos de los cuales operan sin cumplir con límites de emisión autorizados.
‘El Estado debe reforzar las inspecciones y asegurar que las empresas cumplan con los límites de emisión, no basta solo regular los vehículos particulares’, enfatizó.
Finalmente, subrayó que la expansión urbana desordenada ha eliminado vegetación y suelos de absorción, lo que aumenta la presencia de partículas PM10, especialmente en zonas pavimentadas y sin vegetación.
Colectivos ciudadanos advierten que, si la estrategia ambiental del Estado continúa centrada en sancionar a particulares sin ofrecer alternativas de movilidad pública funcional ni controlar las emisiones industriales, el programa difícilmente logrará mejorar la calidad del aire en el Valle de Toluca.