A pesar de que aún no termina septiembre y que las festividades por la Independencia de México están en curso, los vendedores de adornos para el Día de Muertos comenzaron a ofrecer sus productos desde principios de mes. En la carretera México-Toluca, a la altura de la entrada a Ocoyoacac, se han instalado puestos donde ofrecen calabazas, fantasmas, calaveras, brujas y personajes de terror elaborados en barro.
Las calabazas, de más de un metro de altura, pintadas en color naranja y con detalles en ojos y bocas, llaman la atención de los conductores, quienes se detienen para apreciar y consultar por estas artesanías. Los ejemplares de gran tamaño se venden en más de 2 mil pesos, ya que son trabajos artesanales, fabricados a mano desde el molde hasta los acabados, lo que puede tomar varios días a los artesanos.
Además de las piezas de gran tamaño, también hay calabazas de menor tamaño, con tonos diferentes al clásico naranja, como verde o rosa, decoradas con sombreros de bruja y sonrisas malvadas. Estas se ofrecen desde 100 pesos. Los artesanos, originarios de Querétaro, explicaron que durante aproximadamente un mes hacen de México su hogar temporal para vender sus productos.
Una comerciante mencionó: “Venimos de Querétaro, hacemos y pintamos todo aquí, y estamos tratando de vender”. La familia viaja en una camioneta que funciona como vivienda móvil, donde también transportan sus adornos. Para alimentarse, compran comida preparada y para bañarse, se alojan en hoteles o sitios con regaderas, buscando lugares cercanos a estaciones de gasolina.
Los artesanos pidieron a los compradores que prioricen las compras directas a quienes elaboran las piezas, evitando las tiendas comerciales, y que no intenten reducir los precios, ya que esto menoscaba su trabajo y esfuerzo. “A veces no nos queda de otra más que aceptar lo que nos quieren pagar, pero es lamentable porque estamos malbaratando nuestro trabajo”, lamentó la comerciante.
Es cada vez más frecuente ver en plazas y puntos de venta adornos y artículos típicos de las festividades adelantados, con tiendas departamentales que empiezan a exhibir productos navideños en octubre y pan de muerto en panaderías desde agosto. Algunos consideran que esta anticipación ayuda a planear sus compras, mientras que otros creen que resta exclusividad a las celebraciones tradicionales.