Marco, un adulto mayor que adquirió tres propiedades en Tultepec hace más de una década, denunció públicamente un intento de despojo de su último predio, presuntamente con la complicidad de personal del área de catastro municipal y amenazas de un grupo de choque local.
En conferencia de prensa, relató que el predio en disputa, de 633 metros cuadrados ubicado en la calle Emiliano Zapata del Barrio de San Juan, fue adquirido legalmente y pagado en su totalidad con apoyo de sus hijos. Sin embargo, una de las hijas de la anterior propietaria empezó a reclamar nuevamente el pago por dicha propiedad.
Según explicó Marco, el conflicto surgió por un desacuerdo entre las tres herederas de la anterior dueña. La hija menor intentó inscribir un contrato presuntamente apócrifo ante la Sexta Regiduría municipal. La solicitud fue rechazada tras detectar que ya existía un expediente previo, pero posteriormente reapareció como trámite activo en el área de catastro, lo que generó sospechas.
El adulto mayor afirmó que, tras negarse a pagar nuevamente los 2.3 millones de pesos, ya liquidados con recibos bancarios, comenzaron las amenazas. En una llamada, le advirtieron: “Si no me pagan esa casa de nuevo, tendrán que pagarme las tres propiedades”.
También denunció que aproximadamente 50 taxistas con calcomanías de un sindicato local y una veintena de motociclistas llegaron a su predio con la intención de amedrentarlo, e incluso amenazaron con quemar su negocio si no pagaba o desalojaba.
Carlos Mata Martínez, abogado de la familia y representante de la Fundación Delos, informó que ya se inició una carpeta de investigación por el delito de despojo. Además, el próximo martes acudirán al Ayuntamiento de Tultepec para entregar un documento a la Contraloría Municipal solicitando acciones contra servidores públicos implicados. Posteriormente, presentarán una denuncia por extorsión ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, respaldada con audios de las amenazas.
El abogado aclaró que, aunque Marco cuenta con la escritura original firmada en presencia de las tres hermanas, esto no garantiza la transmisión jurídica de la propiedad. “Una escritura es solo un retrato de lo que hay en el IFREM, pero no una factura”, precisó.
También comentó que, aunque dos predios previos fueron escriturados sin problema, al intentar legalizar el tercero se enfrentaron a obstáculos en el catastro, además de la falta de documentos que acrediten plenamente la titularidad.
