Haití enfrenta un riesgo inminente de sufrir un 'colapso humanitario' impulsado por el incremento en la violencia de pandillas y grupos de autodefensa, advirtió este jueves una representante del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). La jefa de la delegación del CICR en Haití, Marisela Silva Chau, declaró a periodistas que 'casi toda la capital, Puerto Príncipe, ya está bajo control de grupos armados' y que si la situación empeora, la población no tendrá a dónde huir. 'Estamos muy preocupados, pues la situación podría derivar en un colapso humanitario en un futuro cercano', añadió. Haití, considerado el país más empobrecido de América, lleva tiempo sufriendo la violencia de bandas criminales responsables de asesinatos, violaciones, saqueos y secuestros en un contexto de inestabilidad política. Silva Chau precisó que aproximadamente seis millones de haitianos, la mitad de la población, requiere ayuda urgente, y que el 80 por ciento de Puerto Príncipe está bajo control de grupos armados. Además, hay 1.3 millones de desplazados internos y solo el 40 por ciento de los servicios de salud funcionan en el país. La especialista explicó que en 2022, entre 200 y 300 grupos armados que llevaban años enfrentándose, se unieron en una coalición llamada 'Viv Ansanm' (Vivir juntos), lo cual ha cambiado la dinámica de la violencia, generando una presión sin precedentes sobre la población. Esta situación ha provocado el surgimiento de grupos de autodefensa formados por civiles, en un contexto donde la disponibilidad de armas y la confrontación armada podrían intensificarse, aumentando el riesgo de que la violencia se vuelva más activa y generalizada. Silva Chau alertó que de continuar así, el espacio humanitario se reducirá drásticamente, dificultando la asistencia a la población. Desde mediados de febrero, tras un aumento en la violencia en varias zonas, las bandas —que controlan aproximadamente el 85 por ciento de Puerto Príncipe, según la ONU— han intensificado sus ataques, sembrando terror en la población, a pesar del despliegue parcial de la Misión Multinacional de Seguridad (MMAS), liderada por Kenia, para apoyar a la policía haitiana desbordada.