¿Alguna vez te has preguntado qué pasa cuando la seguridad de una comunidad colapsa por completo? En Villas de Ecatepec, la respuesta es alarmante. Este fraccionamiento del Estado de México vive su peor crisis de inseguridad en años.
Todo comenzó con la desaparición de Vania Sherlyn, una adolescente de 17 años del Colegio de Bachilleres del Estado de México (COBAEM) Plantel 10. Ella fue vista ingresando a clases, pero nadie la vio salir. Desde entonces, su paradero sigue siendo un misterio para los padres y vecinos.
Pero la tensión no termina allí. A solo una cuadra de la escuela, en la Secundaria 'Adolfo Ruiz Cortines', una alumna de 14 años también desapareció y, afortunadamente, fue localizada más tarde. Sin embargo, estos episodios han evidenciado un patrón preocupante en las últimas semanas.
Los residentes denuncian que las niñas y jóvenes del COBAEM han sido engañadas por dos mujeres que les robaron sus teléfonos móviles, hechos que, aseguran, no han sido atendidos a tiempo por las autoridades. Además, señalan que la Policía Municipal del Sector 13 actúa solo de manera superficial; sus patrullas llegan, se toman fotos y se retiran, dejando sin protección a la comunidad.
Esta aparente inacción ha provocado una escalada en los delitos: asaltos, robos de autos, allanamientos y otros delitos que mantienen en riesgo constante a los estudiantes y vecinos.
Los padres de familia, desesperados, acudieron al COBAEM exigiendo respuestas y medidas inmediatas, pero las autoridades solo llegan con respuestas tardías e insuficientes. La situación ha generado una profunda molestia contra la edil Azucena Cisneros, a quien los habitantes acusan de no gestionar acciones concretas para mejorar la seguridad, a pesar de las reiteradas denuncias.
En un intento de proteger a sus hijos y a la comunidad, los vecinos están formando guardias comunitarias y redes de apoyo. La búsqueda de Vania continúa, pero el clamor general es claro: ¡se requiere vigilancia constante, operativos efectivos y respuestas rápidas ya! La comunidad de Villas de Ecatepec vive una crisis que ninguna autoridad parece poder o querer detener, y la urgencia de actuar nunca había sido tan apremiante.
