El pasado jueves, el Congreso de El Salvador, integrado por 57 diputados oficialistas y tres opositores, aprobó reformas constitucionales que permiten la reelección presidencial indefinida. Esta decisión ha generado sorpresa internacional, aunque no es un fenómeno exclusivo de El Salvador. Actualmente, Nayib Bukele ocupa la presidencia desde 2019 y fue reelegido en 2024 con el 85 por ciento de los votos.
Con la aprobación en su país, Bukele podría buscar extender su mandato. Sin embargo, su caso no es único en la región, donde varios líderes han modificado las reglas para mantenerse en el poder. La reforma salvadoreña también amplió el período presidencial de cinco a seis años.
Organizaciones defensoras de derechos humanos han advertido que estas reformas podrían avanzar hacia una consolidación de regímenes autoritarios. Esto se observa también en otros países latinoamericanos, como Nicaragua, donde en diciembre pasado la Asamblea Nacional bajo control del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) aprobó una reforma constitucional que permite la reelección indefinida de Daniel Ortega, además de aumentar su mandato de cinco a seis años y nombrar a su esposa, Rosario Murillo, como copresidenta, con potencial para asumir la presidencia en caso de fallecimiento de Ortega.
Expertos internacionales señalan que Bukele podría seguir los pasos de expresidentes como Hugo Chávez, quien en 2009 modificó la Constitución de Venezuela para eliminar los límites a la reelección. Chávez, con poco más del 54 por ciento de apoyo, logró reformar la Constitución y permitió que los líderes permanezcan en el cargo sin restricciones.
Asimismo, en Bolivia, en 2019, el Tribunal Constitucional permitió que Evo Morales postulara a un cuarto mandato, basándose en interpretaciones de la Convención Americana de los Derechos Humanos, pero en diciembre de 2023 ese mismo tribunal anuló la reelección indefinida, afirmando que no es un derecho humano.
En Ecuador, en 2015, el entonces presidente Rafael Correa impulsó una reforma constitucional que eliminó restricciones para la reelección presidencial, decisión que fue revertida en 2018 mediante un referéndum.
Por último, en Paraguay, en 2017, el entonces mandatario Horacio Cartes intentó modificar la Constitución para permitir reelecciones indefinidas, prohibidas desde 1992. La oposición y la sociedad civil reaccionaron con manifestaciones masivas, logrando detener la propuesta.
La tendencia a modificar las reglas de reelección en países latinoamericanos continúa generando controversia y preocupación por sus posibles implicaciones en la estabilidad democrática de la región.