
Amnistía Internacional acusó el miércoles al gobierno de Estados Unidos de violar derechos humanos mediante el uso de herramientas de inteligencia artificial (IA) para vigilar a migrantes, estudiantes extranjeros y opositores a la campaña militar israelí en la Franja de Gaza.
Desde su llegada a la Casa Blanca en enero, la administración de Donald Trump ha intensificado una política antiinmigratoria, además de atacar a universidades donde se manifestaron movimientos propalestinos en protesta por la guerra en Gaza, a los que Trump ha vinculado con el antisemitismo.
Erika Guevara-Rosas, directora de Investigación de Amnistía Internacional, afirmó que "es profundamente preocupante que el gobierno estadounidense utilice tecnologías intrusivas de IA como parte de un programa de deportaciones masivas y la represión de la expresión pro Palestina". Añadió que el uso de estas tecnologías "conduce a numerosas violaciones de derechos humanos".
La organización destacó las herramientas Babel X y Immigration OS, desarrolladas por las empresas Babel Street y Palantir, respectivamente, ambas especializadas en análisis de datos a gran escala y en tiempo real. Estas plataformas permiten el monitoreo, vigilancia y evaluación masiva y constante, según informaron.
Amnistía Internacional alertó que estas tecnologías se emplean para atacar a estudiantes extranjeros, refugiados y solicitantes de asilo en una escala sin precedente, en el contexto de las redadas antiinmigrantes promovidas por la administración Trump, que en junio registraron más de 60 mil detenciones en todo Estados Unidos.
Las autoridades utilizan herramientas de Palantir, conocida por clientes como ICE y el ejército israelí, para rastrear migrantes. La tecnología Immigration OS, de acuerdo con la ONG, "automatiza un proceso ya de por sí muy falible y opaco".
En el ámbito universitario, el gobierno de Trump ordenó suspender la tramitación de visados y revisar las redes sociales de los solicitantes para detectar posibles simpatizantes del pro Palestina.
La organización advirtió que estas tecnologías presentan "márgenes de error significativos", además de ser discriminatorias y sesgadas, las cuales podrían llevar a que contenidos propalestinos sean falsamente etiquetados como antisemitas. La denuncia subraya la preocupación por el impacto y la escala de estas prácticas en los derechos humanos y las libertades fundamentales.