Anas al Sharif, el valiente reportero que documentó el horror en Gaza hasta su trágica muerte

Por: Equipo de Redacción | 11/08/2025 12:00

Anas al Sharif, el valiente reportero que documentó el horror en Gaza hasta su trágica muerte

Entre los escombros de una escuela atacada, en hospitales saturados, en funerales o entre niños desnutridos, el reportero Anas al Sharif, de la cadena Al Jazeera, alcanzaba a llegar con sus historias y su narración al mundo. Desde que comenzó la ofensiva israelí en Gaza, Al Sharif tenía claro su misión: mostrar la realidad de su tierra y sus habitantes.

Sin descanso, siguió documentando la masacre, a pesar de las amenazas constantes de Israel, que durante más de un año lo acusó sin pruebas sólidas de ser miembro del grupo Hamas. La noche del 27 de octubre, esas amenazas se cumplieron. El Ejército israelí lo mató en un bombardeo directo en su tienda de campaña, en las cercanías del hospital Al Shifa, según denunciaron fuentes médicas.

Justo media hora antes del ataque, el joven periodista de 28 años había compartido en sus redes sociales un video en el que mostraba las explosiones sobre Gaza y continuaba relatando la situación. Cuando su cuerpo fue hallado, sus colegas y habitantes de Gaza expresaron su desesperación y admiración: “¡Es Anas! ¡Lo mataron! Lo amenazaron más de un millón de veces”, gritaban en redes sociales.

Al Sharif sabía que podía ser un objetivo en cualquier momento, un temor que aumentó tras las acusaciones del portavoz del Ejército israelí, Avichay Adraee, quien en julio tildó de “drama inventado” y “lágrimas de cocodrilo” un video en el que el reportero lloraba en plena transmisión, denunciando la muerte de niños por desnutrición. También lo acusó de participar en una “falsa campaña” sobre el hambre en Gaza.

En entrevista con el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), el periodista expresó: “Vivo con la sensación de que podría ser bombardeado y convertirme en mártir en cualquier momento. Mi familia también está en peligro, y ya pagué un precio”. El 27 de julio, el CPJ manifestó su preocupación por la campaña de desprestigio del Ejército israelí y solicitó protección para él.

El joven reportero declaró que las acusaciones y campañas se deben a que su cobertura de los crímenes israelíes en Gaza perjudica la imagen del país en el mundo, y que su acusación de ser terrorista busca destruir su integridad moral.

El Ejército israelí afirma que Al Sharif tenía vínculos con Hamas, presentando como pruebas dos documentos que no han sido verificados y cuyo origen no detallaron. Hasta ahora, las autoridades solo han afirmado que no tienen más declaraciones que ofrecer.

La noche fatídica también cobró la vida de otros tres periodistas de Al Jazeera que dormían en la misma tienda: Mohammed Qreiquea, Ibrahim Zaher y Mohamed Aliwa, además del conductor Mohammed Nofal. Todos formaban parte del equipo del canal en Gaza, un equipo cuyo trabajo se interrumpe en medio de una ofensiva que ha causado la muerte de más de 61 mil personas, según datos del Ministerio de Sanidad.

Al Sharif soñaba con volver a revivir aquel momento, en enero pasado, cuando transmitió en vivo la llegada del acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamas, en medio de la celebración de la población gazatí. En esa misma transmisión, se quitó el chaleco y el casco, un acto que se volvió viral.

Ahora, esa voz y ese relato se apagan. Israel sigue negando el acceso a la prensa internacional a Gaza, y la realidad de la ofensiva continúa. En su carta de despedida, firmada en mayo por temor a ser asesinado, Al Sharif escribió: “Viví el dolor en todos sus detalles, probé la angustia y la pérdida una y otra vez, y aun así, nunca dudé en transmitir la verdad tal como es, sin falsificaciones ni distorsiones”.

Finalizó con un llamado: “No olviden a Gaza… Y no me olviden en sus oraciones sinceras por el perdón y la aceptación”.