El excandidato presidencial Ricardo Anaya afirmó desde tribuna que el Gobierno federal estaría manipulando las estadísticas de violencia en México para sostener la versión de que los homicidios han disminuido, situación que, según él, no refleja la realidad del país. Su intervención se centró en el reciente asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, evento que, en su opinión, demuestra que los niveles de violencia no solo no han bajado, sino que continúan en aumento.
Anaya explicó que el caso de Carlos Manzo no es aislado y recordó que ya suman diez presidentes municipales asesinados en lo que va del sexenio. Cuestionó que se aplauda sin un análisis profundo las cifras oficiales que aseguran una reducción en los homicidios, señalando que, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, mientras los homicidios dolosos aparentan reducirse, los delitos relacionados con la violencia, como otros atentados contra la vida y desapariciones, han aumentado.
Específicamente, mencionó que los delitos clasificados como ‘otros que atentan contra la vida y la integridad corporal’ pasaron de 39 a 46 casos diarios, y las personas desaparecidas aumentaron de 26 a 41 reportes diarios. Cuando se suman estas variables, la cifra total de hechos violentos pasó de 154 a 157 incidentes por día en comparación con el sexenio anterior, lo que, en su análisis, indica que no hay avances reales.
Además, Anaya resaltó que la comparación se hace con el período más violento en la historia reciente, que superó los 200 mil homicidios en total. Sin embargo, afirmó, el Gobierno intenta instalar la idea de que la violencia ha bajado, incluso acusando a algunos gobiernos estatales de manipular datos.
Puso como ejemplo a Morelos, donde se presume una reducción del 29% en homicidios dolosos, aunque las cifras de homicidios culposos han aumentado en la misma proporción. En Tabasco, los asesinatos bajaron un 12%, pero los delitos contra la vida aumentaron un 90%, y en estados como Zacatecas y Baja California, se registran más delitos clasificados como “contra la vida” que homicidios dolosos, lo cual, para Anaya, indica un cambio intencional en la clasificación para maquillar las cifras.
El exdiputado advirtió que esta manipulación impide enfrentar el problema de fondo de la violencia en México, pues “el primer paso para resolver la violencia es reconocerla”. Recalcó que mientras las autoridades mantengan un discurso triunfalista, la situación solo empeorará, y calificó el asesinato de Carlos Manzo como un reflejo de un país “desbordado por la violencia”.
Finalmente, llamó a los medios de comunicación, analistas y a la ciudadanía a no aceptar sin cuestionar los datos oficiales, alertando que “mientras sigan mintiendo, no habrá solución” y acusando a las autoridades de repetir y aplaudir “la mentira del sexenio”.