Artesanos de pirotecnia en Almoloya de Juárez enfrentan inseguridad y riesgos sin apoyo formal

Por: Equipo de Redacción | 30/09/2025 07:00

Artesanos de pirotecnia en Almoloya de Juárez enfrentan inseguridad y riesgos sin apoyo formal

Los artesanos de pirotecnia de San Mateo Tlalchichilpan, en Almoloya de Juárez, denuncian problemas de inseguridad que incluyen cobros de derecho de piso y el robo de camionetas cargadas con pirotecnia, afectando a más de cien permisionarios del municipio. Aunque estos incidentes no son frecuentes, generan preocupación entre los artesanos, quienes arriesgan su vida al participar en eventos fuera del Estado de México.

Luis Ángel Martínez, cuya familia lleva cuatro generaciones en la fabricación de pirotecnia y castillería de torre, comentó que la carretera Arco Norte, al norte del Estado de México, es particularmente peligrosa. Sin embargo, la necesidad de trabajar para sostener a sus familias prevalece ante los riesgos.

El artesano afirmó que muchos delitos no se denuncian por la tramitología y burocracia, lo que impide que estos hechos aparezcan en las estadísticas oficiales. ‘No solo son llamadas; en los eventos llegamos al final y sabemos cuánto podemos ganar, pero también saben cuánto ganamos y, en algunos casos, desconocen quién nos contrata. Nos llaman por teléfono, pero al final del día enfrentamos situaciones imprevistas’, expresó Martínez.

Gracias a permisos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), los artesanos pueden trabajar en toda la República Mexicana, visitando estados como Puebla, Hidalgo, Michoacán y Guerrero. El sector busca actualizar sus técnicas mediante capacitaciones nacionales e internacionales, pero los gastos corren totalmente a cargo de los propios artesanos, ya que ni las instancias estatales ni municipales proporcionan apoyo económico para viajes o inscripciones.

Martínez explicó que han asistido a simposios en China para aprender nuevas técnicas, como el uso de ropa de seguridad y barras de descarga para prevenir accidentes por estática. Aunque instituciones como el Instituto de la Montaña y la Pedagogía Internacional (IMEPI) ofrecen algunas capacitaciones, certificarse en otros países implica pagar vuelos, hospedaje, alimentación y formación, sin contar con financiamiento oficial.