Un comerciante de Las Toninas fue hallado muerto y enterrado en el patio de su propia vivienda, en un hecho que genera conmoción en la localidad balnearia. La principal sospecha recae sobre uno de sus empleados, quien fue detenido y se encuentra bajo investigación por el crimen.
La víctima, Aarón Carlos Manuel González Rodríguez, de 46 años, era propietario de una reconocida fábrica de pastas en la zona. Su cuerpo fue descubierto el miércoles por la noche, luego de que un amigo del comerciante denunciara su desaparición desde hacía más de un mes y medio.
El amigo relató que González Rodríguez le escribió en un último mensaje que se encontraba de vacaciones en Brasil. Sin embargo, maniobras sospechosas, como la venta de bienes a precios bajos y solicitudes de dinero por WhatsApp, despertaron inquietudes. Además, llamadas y mensajes posteriores indicaban que el comerciante no había salido del país, contraviniendo la versión de vacaciones.
La investigación, a cargo del fiscal Martín Prieto y la Unidad Funcional de Instrucción N°11, constataron que las comunicaciones provenían en realidad de Las Toninas, donde residía la víctima, y no de Brasil. Un análisis con Migraciones confirmó que González Rodríguez no había salido del país en el último tiempo.
Los investigadores identificaron a Blas Maximiliano Sosa, de 34 años y oriundo de Benavídez, como el empleado sospechoso. Sosa habría cambiado el chip del teléfono del comerciante y utilizado un vehículo de la víctima, además de vender otro en la zona.
En respuesta, se realizaron allanamientos en la fábrica de pastas y en la vivienda de González Rodríguez. Durante el operativo, en presencia de Sosa y su pareja, los oficiales detectaron manchas de sangre en una pared y signos de limpieza reciente. Según una confesión preliminar de Sosa —que aún no tiene validez legal—, el cuerpo del comerciante se encontraba enterrado en el fondo del terreno.
Luego, con la colaboración de una brigada de Bomberos Voluntarios de Las Toninas y su perro entrenado, se excavó en el lugar señalado y, a unos 1,5 metros de profundidad, hallaron el cuerpo sin vida del comerciante. La autopsia inicial indica que la causa de muerte fue un golpe en la cabeza con un objeto contundente, coincidiendo con las manchas de sangre encontradas.
El estado del cuerpo y el análisis de lesiones sugieren que González Rodríguez pudo haber intentado resistirse. Además, en el allanamiento se incautaron un Jeep y un Volkswagen Vento, este último vendido semanas antes.
La causa fue recaratulada como homicidio agravado por codicia, con la hipótesis de que Sosa habría asesinado a su jefe para apoderarse de sus bienes, incluso instalándose en su domicilio tras el crimen.
El imputado, con antecedentes en servicios de limpieza y trabajos en zonas norte de Buenos Aires, llevaba aproximadamente un año trabajando con González Rodríguez. La investigación continúa, con especial atención en el círculo cercano y el entorno del detenido, además del posible involucramiento de la pareja de Sosa. La familia del comerciante, incluido su hermano en España, espera noticias sobre el avance del caso.