¿Te imaginas que un robo termine en una tragedia mortal? En Jiquipilco, Estado de México, eso exactamente ocurrió. Teresa, una abuela de 68 años, fue asesinada por dos hombres que ingresaron a su casa con el objetivo de robarle sus cinco borregos.
Era una tarde común cuando, de acuerdo con los primeros informes, dos hombres encapuchados entraron a la vivienda. La intención era clara: despojarles de sus animales. Pero el encuentro terminó en violencia extrema. Teresa fue golpeada brutalmente, mientras que su esposo resultó herido.
La escena que encontraron los vecinos fue desgarradora: Teresa vestía un suéter y botas de hule negras, una blusa café y un pants rojo. Tras el ataque, los vecinos llamaron a emergencias, quienes al llegar confirmaron el fallecimiento de la mujer en la tercera edad y trasladaron al esposo, herido, al hospital La Pastora.
Tras el crimen, la zona fue asegurada por personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM). Actualmente, se ha abierto una carpeta de investigación por homicidio. Se están recabando testimonios y evidencias para localizar a los responsables y llevarlos ante la justicia.
¿Hasta dónde puede llegar la violencia por unos animales? La historia de Teresa nos recuerda la importancia de reforzar la seguridad en las comunidades y prevenir tragedias similares. Lo que comenzó como un simple robo, terminó en un horrible crimen. ¿Qué más se puede hacer para proteger a las familias en estos casos?
