Astérix en Lusitania, la edición número 41 del icónico héroe galo, sale a la venta este jueves en 19 idiomas y en aproximadamente 25 países, transportando a los lectores a la Portugal de antaño.
Desde su creación hace más de seis décadas por René Goscinny y Albert Uderzo, Astérix continúa conquistando generaciones. En esta nueva aventura, el pequeño guerrero, acompañado por Obélix y su perro Ideafix, viaja a Lusitania, uno de los rincones del Imperio romano aún no visitado por el personaje, con la misión de salvar a un pequeño productor de garum —una salsa de pescado fermentado— acusado de envenenar a César y condenarlo a la fosa de los leones.
El relato incluye clásica acción, peleas, golpes bajos, costumbres locales y un encuentro con el emperador romano. Los autores, el guionista Fabcaro y el dibujante Didier Conrad, incorporaron en esta edición elementos culturales portugueses, destacando la ‘saudade’, esa melancolía única del pueblo portugués.
Fabrice Caro, conocido como Fabcaro, explica: “Añadimos un toque muy propio del pueblo portugués, la saudade, esa especie de melancolía un poco fatalista”. En la narrativa, Obélix se siente especialmente desconcertado por este sentimiento, que mezcla tristeza y alegría. Además, la música tradicional del fado, con su tono melancólico, logra que los romanos pierdan interés en luchar al escuchar su melodía.
Para ilustrar la saudade, Conrad comenta: “Dibujo una mirada un poco triste acompañada de una pequeña sonrisa”, reflejando esa sensación profunda y carismática.
El lanzamiento de esta historieta se realiza cada dos años, con una tirada de cinco millones de ejemplares en 25 países, en coincide con las festividades previas a Navidad. La obra está traducida a 19 idiomas y dialectos, como inglés, español, alemán, catalán, euskera y gallego.
Fabcaro destaca: “Creo que Astérix puede seguir teniendo éxito durante mucho tiempo. Nuestros padres lo leían y nos lo transmitían a nosotros. Ahora lo hacemos con nuestros hijos. Existe un apego que se mantiene”. Además, ve en Astérix “una herramienta pedagógica increíble”, pues sus chistes y alusiones tienen múltiples niveles de comprensión, incluso para diferentes edades.
Con Conrad dibujando a Astérix desde 2012, el artista expresa su entusiasmo: “Es un placer constante, porque representa un reto permanente”. El ilustrador, originario de Texas, dedica entre 14 y 18 meses a crear cada edición, que consta de 48 páginas.
Tras dos historias, Fabcaro, también novelista, aún evalúa si continuará escribiendo futuras entregas, dependiendo de la decisión de su predecesor, Jean-Yves Ferri, quien decidió tomar un respiro tras encargarse de cinco ediciones. Se espera que el próximo volumen de Astérix vea la luz a finales de 2027.