El equipo infantil y juvenil de bádminton del Estado de México, ganador de 13 medallas en competencias nacionales (4 de oro, 3 de plata y 6 de bronce), atraviesa una difícil situación que contrasta con sus logros deportivos: fueron desalojados de su lugar habitual de entrenamiento en la Ciudad Deportiva ‘Lic. Juan Fernández Albarrán’, en Toluca. Hasta ahora, las autoridades estatales no han dado una respuesta formal al respecto.
Padres, madres y tutores de los jóvenes atletas señalaron en una conferencia de prensa que, tras su destacada participación en los Juegos Deportivos Escolares Nacionales 2025 y la Olimpiada Nacional Conade, fueron desplazados por personal de la Dirección de Bachillerato Tecnológico, que ahora ocupa las instalaciones para los entrenamientos de los Juegos Magisteriales. Esta decisión, consideran, fue arbitraria y carente de sensibilidad, afectando directamente a entre 60 y 80 niños y adolescentes de entre 7 y 17 años.
Actualmente, los deportistas entrenan en espacios improvisados en condiciones de riesgo, compartiendo canchas con otras disciplinas, lo que ocasiona caídas, golpes y poca visibilidad para el ‘gallo’, elemento clave en el bádminton. Los padres denuncian que estas condiciones vulneran los derechos de los menores a un desarrollo deportivo seguro, adecuado y digno.
El desalojo también ha implicado un impacto económico significativo para las familias, quienes asumen costos de inscripciones, uniformes, traslados y pago por uso de instalaciones. Además, la cancha de baloncesto que solían utilizar ahora está bajo control de una liga local que cobra por permitirles entrenar. Los entrenadores, responsables de llevar a los jóvenes al podio en competencias nacionales, no reciben una compensación adecuada, pese a los resultados logrados.
‘La respuesta del Instituto del Deporte del Estado de México ha sido el silencio’, afirmó uno de los padres. En consecuencia, las familias hicieron un llamado urgente a la Gobernadora Delfina Gómez Álvarez y a las autoridades correspondientes para que intervengan, restablezcan el espacio de entrenamiento y brinden el apoyo necesario para que estos jóvenes puedan seguir desarrollándose y representando con orgullo a su estado.
Una madre expresó con determinación: ‘La disciplina, el esfuerzo y el trabajo en equipo han dado frutos, pero ahora nuestros hijos están siendo castigados en lugar de apoyarlos. No buscamos privilegios, solo lo que es justo: que se respete su derecho a entrenar y a crecer’.
Mientras los atletas siguen ganando medallas, el bádminton mexiquense enfrenta una lucha fuera de las canchas contra la indiferencia y la falta de apoyo institucional, que pone en riesgo su futuro deportivo y su bienestar.
La falta de respuesta de las autoridades ha provocado frustración y enojo entre las familias, que consideran que están siendo ignoradas. ‘No se trata solo de medallas, sino también de salud, futuro y oportunidades para nuestros hijos’, afirmó uno de los padres.
En busca de soluciones, la comunidad del bádminton se ha organizado en redes sociales, mediante recolección de firmas y envío de cartas a diferentes instancias gubernamentales, sin que hasta ahora hayan recibido propuestas concretas.
Las condiciones actuales de entrenamiento, con canchas sin iluminación adecuada, redes deficientes y mala ventilación, son inadecuadas para el alto rendimiento. Entrenadores y familias coinciden en que, si no se atiende esta situación de inmediato, el talento y el desarrollo formativo de estos jóvenes podrían truncarse, desaprovechando el potencial demostrado en competencias nacionales.