La oficina de información del Gobierno de Gaza elevó a seis el número de periodistas fallecidos la noche del domingo, tras un ataque con precisión israelí contra su tienda junto al hospital Al Shifa en la ciudad de Gaza.
En un comunicado, las autoridades gazatíes identificaron a los seis periodistas víctimas: Anas Al Sharif y Mohamed Qraiqea, corresponsales de Al Jazeera; los fotoperiodistas Ibrahim Zaher y Moamen Aliwa; el asistente de fotoperiodista Mohamed Nofal y Mohamed Al Khalidi, colaborador del medio palestino Sahat.
El Gobierno de Gaza condenó el ataque y calificó la acción como un “asesinato selectivo sistemático” por parte de Israel, llamando a las federaciones internacionales de periodistas y organismos del gremio a condenar y denunciar estos hechos. Además, exigió a la comunidad internacional que lleve a Israel ante tribunales internacionales y que ejerza presión para detener lo que califican como un “crimen de genocidio”.
Con estos seis reporteros, la cifra total de periodistas muertos por la ofensiva israelí en Gaza alcanza los 238, incluyendo a influencers y otros creadores de contenido.
El 24 de julio, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) expresó su preocupación por la seguridad de Anas Al Sharif, advirtiendo que estaba siendo blanco de una campaña de desprestigio por parte del Ejército israelí, que lo consideraba un miembro de Hamás después de que llorara en vivo durante una transmisión sobre la crisis alimentaria en Gaza.
En ese mismo período, el portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichay Adraee, intensificó sus ataques en línea contra Al Sharif, sin presentar pruebas concretas, alegando que el periodista tenía vínculos con Hamás. El ejército admitió haber matado a los periodistas en un bombardeo selectivo, asegurando que Al Sharif estaba relacionado con Hamás, basándose en dos documentos no verificables que no detallaron su origen.