Aumentan casos de tosferina en el Edomex: preocupación por riesgo en bebés y adultos

Por: Equipo de Redacción | 19/10/2025 06:01

Aumentan casos de tosferina en el Edomex: preocupación por riesgo en bebés y adultos

En el Estado de México se han registrado 40 casos de tosferina en lo que va del año, alertando a especialistas que llaman a tomar precauciones, ya que se trata de una enfermedad altamente contagiosa. La tosferina se caracteriza por ataques de tos violentos, incontrolables y que dificultan la respiración.

Según el Boletín Epidemiológico estatal, correspondiente a la semana del 21 al 27 de septiembre, en los últimos días ha habido un repunte en casos, en contraste con el mismo periodo en 2024, cuando no se reportaron casos.

De las 19 jurisdicciones sanitarias del Estado de México, Toluca concentra 22 casos; Ecatepec, seis; Tlalnepantla, cuatro; Ixtlahuaca, tres; Naucalpan y Amecameca, dos cada una; y Zumpango, uno.

El geriatra y especialista en Salud Pública, Miguel Ángel Gutiérrez, atribuye esta situación a una cobertura incompleta en la vacunación en el país y exhorta a los padres a reforzar la importancia de inmunizar a sus hijos.

“Es fundamental que las mujeres embarazadas reciban dosis contra la influenza, la tosferina y la difteria, ya que estas vacunas generan protección para los niños, que necesitan defensas fortalecidas”, subrayó.

Gutiérrez también destacó la relevancia de que los bebés y adultos mayores se inmunicen para reducir el riesgo de complicaciones graves, dado que esta enfermedad puede ser mortal en los grupos vulnerables.

A nivel nacional, la Secretaría de Salud federal informa que en 2025 México ha registrado un aumento significativo en casos de tosferina: 978 confirmados y 51 fallecimientos hasta la semana 20 del año. La enfermedad, provocada por la bacteria Bordetella pertussis, se transmite a través de secreciones respiratorias de personas infectadas.

Los síntomas suelen aparecer una a dos semanas después del contacto, comenzando con síntomas similares a un resfriado como secreción nasal, fiebre y tos ocasional, que gradualmente se vuelve más severa.

Las autoridades describen que la tos puede ser muy fuerte, provocando dificultad para respirar tras cada ataque, especialmente en horas nocturnas, interfiriendo con actividades diarias y durando hasta diez semanas.

El tratamiento suele consistir en antibióticos, y en casos severos puede requerirse ayuda intravenosa con líquidos. Los bebés son particularmente vulnerables; los ataques de tos pueden detener la respiración temporalmente, poniendo en riesgo su vida.