Tener una mascota en México implica un incremento significativo en los gastos familiares, que puede llegar hasta un 30%, especialmente en artículos de higiene, entretenimiento y alimentación premium adquiridos en plataformas digitales y transportados mediante servicios como Uber o Didi.
Los cambios en las estructuras familiares han provocado que muchos adultos jóvenes prefieran adoptar mascotas en lugar de tener hijos, motivados por razones económicas, de tiempo y compromiso. Este fenómeno, conocido como pet parenting, implica cuidar a los animales como si fueran miembros de la familia.
La veterinora zootecnista Gabriela Fonseca explica que el gasto mensual en productos de higiene y entretenimiento para perros y gatos no es menor a 500 o 800 pesos, además de los costos en alimentación y atención médica.
"Las personas que destinan mayores recursos a sus mascotas son adultos jóvenes que viven solos, como profesionistas. Es crucial llevar a los animales al veterinario para evaluaciones médicas, vacunaciones y desparasitaciones apropiadas", señala la especialista.
El esquema de vacunación, que incluye dosis contra rabia, parvovirus, moquillo y adenovirus, tiene un costo superior a 2 mil pesos, considerando vacunas y aplicación.
La rutina diaria de las mascotas también incluye alimentación y entretenimiento, con muchas familias optando por comprar croquetas y suministros online para entregarlos a domicilio o recoger en sucursal, sin costos adicionales. Nicolás Pereyra, profesional que tiene cuatro perros, comenta que invierte hasta 2,500 pesos mensuales en croquetas, shampoos, limpieza de oídos y servicios como peluquería, todos adquiridos en línea por comodidad.
De acuerdo con la consultora IMARC, el mercado de cuidado de mascotas en México alcanzó los 5 mil 400 millones de dólares en 2024 y se estima que llegará a 8 mil 270 millones en 2033, con un crecimiento anual del 4.85%.
Este aumento en la inversión se debe a factores como la humanización de los animales, la demanda de productos premium enfocados en salud, la expansión del comercio electrónico y una clase media que prioriza el bienestar de sus mascotas.
El vínculo emocional con las mascotas también influye en los gastos: a mayor cuidado y compañía, mayor será la inversión en su bienestar, consolidando a los animales como miembros esenciales del hogar.