La autopista Lerma-Tenango del Valle continúa bajo el agua en diversos puntos, especialmente en las cercanías del barrio de Guadalupe, en San Mateo Atenco, donde las Ciénegas del Lerma han causado encharcamientos de hasta 60 centímetros. Durante un recorrido de El Sol de Toluca, se evidenció que, ante la ausencia de un operativo permanente, algunos automovilistas optan por retroceder antes de llegar a la zona afectada, mientras otros se arriesgan a cruzarla, exponiéndose a fallas mecánicas y pérdida de placas.
Uno de los reclamos principales de los conductores es que, pese a las condiciones peligrosas de la autopista, en la caseta de cobro se sigue exigiendo un pago de 57 pesos por vehículo particular. Además, no reciben apoyo si sus autos quedan varados en las zonas inundadas.
‘Si uno se aventura, corre el riesgo por su cuenta. No hay advertencias claras antes de pagar y, cuando el coche se queda en medio del agua, simplemente nos dicen que no pueden hacer nada’, comentó Lauro, un automovilista afectado.
El agua estancada arrastra lodo y residuos, causando que decenas de vehículos pierdan sus placas en el trayecto. La reposición de estas implica presentar un acta ante el Ministerio Público y cubrir derechos en el Registro Estatal de Vehículos, procesos largos y costosos para los afectados.
En comunidades cercanas como San Pedro Tultepec y Santa Catarina también se han reportado viviendas anegadas, reflejando la magnitud de los escurrimientos provenientes de las Ciénegas del Lerma. Vecinos y transportistas recordaron que esta zona sufre inundaciones recurrentes cada año, debido a que la vialidad está por debajo del nivel del río y carece de infraestructura hidráulica adecuada.
‘La autopista sí se inunda, pero no como ahora; es un riesgo constante y, aun así, cobran como si estuviera en perfectas condiciones’, expresó Victoria, usuaria afectada.
El pronóstico meteorológico indica que seguirán las lluvias en el Valle de Toluca, lo que podría prolongar las afectaciones. La Comisión del Agua del Estado de México y autoridades municipales mantienen equipos de bombeo y medidas de contención, aunque los conductores consideran que son insuficientes.
Mientras se realizan los trabajos, los usuarios exigen el reconocimiento del peligro de transitar por una autopista inundada. La falta de responsabilidad por parte de la administración del tramo genera inconformidad, ya que, a pesar del costo del peaje, no se ofrece seguridad ni garantías en el trayecto.
