La Regulación Sanitaria del Estado de México mantiene una vigilancia constante en los municipios de Santiago Tianguistenco, Lerma y Ocoyoacac, donde aún persisten comunidades afectadas por inundaciones que involucran aguas residuales. El objetivo es prevenir la posible propagación del cólera, una enfermedad intestinal infectocontagiosa, que por el momento no ha sido detectada.
Así lo informó Gerardo Valdés Martínez, coordinador de Regulación Sanitaria del Edomex, en entrevista con El Sol de Toluca.
"Actualmente, tenemos tres municipios con emergencias sanitarias por inundaciones: Ocoyoacac, Santiago Tianguistenco y Lerma. El propósito de Regulación Sanitaria es evitar que se descontrole alguna enfermedad o que se genere un brote", afirmó.
Para monitorear la presencia del cólera, las autoridades colocan hisopos en puntos estratégicos como drenajes, cárcamos y registros. Las muestras se analizan posteriormente en un laboratorio del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM).
"Nuestro mayor temor es que aparezca cólera, por eso llevamos un monitoreo constante; si los resultados son negativos, seguimos tranquilos", añadió Valdés Martínez.
La vigilancia epidemiológica, aunque permanente en todos los municipios mexiquenses, se intensifica durante emergencias sanitarias.
Un elemento clave para prevenir enfermedades gastrointestinales es el nivel de cloro en el agua. Por ello, la Regulación Sanitaria realiza muestreos periódicos y envía las muestras al laboratorio del ISEM para su análisis.
"El nivel adecuado de cloro debe estar entre 0.2 y 1.5 partes por millón. Si detectamos ausencia de cloro, notificamos al ayuntamiento para que hagan los ajustes necesarios. Durante inundaciones, se recomienda elevar el nivel a 1.5 para prevenir enfermedades", explicó.
En las contingencias, personal de Regulación Sanitaria acude a las comunidades afectadas para suministrar hipoclorito de calcio, usado en la cloración del agua, y plata coloidal, para desinfectar frutas y verduras.
"Se les explica cómo utilizar estos productos correctamente, ya que un exceso también puede causar problemas", precisó Valdés Martínez.
En casos como el desbordamiento en Santo Tomás de los Plátanos, donde cerca de 100 personas fueron desalojadas, la dependencia supervisa los albergues para garantizar que la alimentación y las bebidas sean seguras.
"En los refugios revisamos la preparación de los alimentos, la cloración del agua y las condiciones sanitarias para evitar la aparición de enfermedades", concluyó el coordinador.