Un reciente avistamiento de un pudú albino en los bosques de la isla de Chiloé ha alarmado a los expertos en conservación, ya que esta especie, en peligro de extinción, ha comenzado a explorar nuevos territorios tras la grave destrucción de su hábitat natural.
El pudú, pequeño ciervo endémico de la región andina de Sudamérica, especialmente en Argentina y Chile, se encuentra seriamente amenazado por la pérdida de sus zonas de vida debido a la explotación y los incendios forestales. Esta especie ha tenido que buscar nuevos lugares para alimentarse, incrementando su vulnerabilidad.
Este especies, conocida como el "ciervo miniatura", suele vivir en solitario, aunque en ocasiones se le ha visto en parejas o en grupos que no exceden de tres individuos. Los expertos destacan que es uno de los animales más tímidos y cautelosos del reino animal.
El pudú es uno de los ciervos más pequeños del mundo, con una altura que no supera los 40 centímetros y un peso que raramente sobrepasa los 10 kilogramos. Su espeso pelaje, que va desde tonos rojizos oscuros hasta grisáceos, le permite camuflarse eficazmente entre la vegetación para evadir a los depredadores.
Su dieta, principalmente herbívora, incluye hojas de arbustos nativos como el maqui y el chilco, así como cortezas, semillas, pastos y frutas. Debido a su carácter asustadizo, suele salir a alimentarse en horas de amanecer y anochecer, buscando evitar amenazas, como perros silvestres, que representan su principal depredador, y a los automovilistas que transitan por su hábitat.
La disminución de su población ha sido acelerada por la destrucción de su entorno y la falta de regulación en las actividades humanas que amenazan su existencia. La caza furtiva, en ocasiones, continúa siendo un problema, ya que no existen sanciones estrictas contra quienes lastiman o matan a estos animales.
Según un conteo de 2024, la población de pudúes en Chile sería de apenas 42 ejemplares, lo que demuestra la urgencia de implementar medidas de protección efectivas.
Expertos y organizaciones conservacionistas insisten en la importancia de fortalecer las acciones para salvaguardar a esta especie única y evitar su extinción definitiva.