Por tercera vez consecutiva, el Banco de México (Banxico) redujo en 50 puntos base su tasa de interés, que pasó de 9 a 8.50 por ciento. La decisión fue tomada por unanimidad en la Junta de Gobierno y anunciada en su tercera política monetaria del año.
Banxico indicó que, de mantenerse condiciones económicas favorables, podría continuar ajustando la tasa en la misma magnitud en futuras decisiones. La institución prevé que el entorno inflacionario permitirá seguir con ciclos de recortes, manteniendo una postura restrictiva para alcanzar la meta de inflación del tres por ciento en el plazo establecido.
El organismo explicó que sus acciones buscarán que la tasa de referencia sea congruente con la trayectoria necesaria para lograr una convergencia ordenada y sostenida de la inflación anual hacia el objetivo.
La expectativa de analistas consultados por Citi México coincide con la decisión, estimando que para fines de año la tasa podría disminuir hasta 7.75 por ciento.
Desde principios de año, Banxico señaló que la lucha contra la inflación se encontraba en una nueva etapa, por lo que no era necesario mantener un nivel de restricción monetaria tan alto como en años anteriores, principalmente desde la pandemia de Covid-19.
En abril, el Inegi reportó que la inflación general anual alcanzó 3.93 por ciento, impulsada por mayores precios en productos pecuarios. Aunque el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) acumuló tres meses consecutivos al alza, permaneció dentro del rango meta de Banxico (dos a cuatro por ciento).
El banco central reiteró que, aunque los niveles de inflación ya no son tan elevados como en años pasados, continúa trabajando para alcanzarla en el objetivo del tres por ciento, meta que estima lograr en al menos el tercer trimestre de 2026.
Banxico añadió que, si bien el balance de riesgos para la inflación ha mejorado, aún se mantiene sesgado al alza, principalmente por riesgos como depreciaciones cambiarias, disrupciones en cadenas de suministro por conflictos geopolíticos o políticas comerciales, y afectaciones climáticas.
Asimismo, mencionó que las decisiones de política económica del gobierno de Estados Unidos, en particular las relacionadas con Donald Trump, han generado incertidumbre sobre estas previsiones, pudiendo influir en la inflación de manera positiva o negativa.
Finalmente, el banco reafirmó su compromiso con mantener una inflación baja y estable, destacando la importancia de perseverar en sus esfuerzos para consolidar un entorno favorable en materia de precios.