Basura y abandono en Chimalhuacán tras Día de Muertos: población cansada de la indiferencia oficial

Por: Equipo de Redacción | 07/11/2025 16:00

Basura y abandono en Chimalhuacán tras Día de Muertos: población cansada de la indiferencia oficial

CHIMALHUACÁN, Estado de México, 7 de noviembre de 2025.- Tras la celebración del Día de Muertos, las calles de Chimalhuacán continúan cubiertas de basura, restos de ofrendas, flores, comida y bolsas con desechos que se acumulan en las banquetas de las principales avenidas del municipio.

Habitantes de diversas colonias denunciaron la falta de atención del gobierno municipal ante esta crisis sanitaria, acusando que sus reportes no han sido atendidos. "Cada año pasa lo mismo: celebran, ostentan sus tradiciones y luego nos dejan el basurero encima", afirmó una vecina.

La acumulación de residuos ha generado malos olores, proliferación de moscas, roedores y perros callejeros, lo que representa un riesgo serio para la salud pública. Según la Secretaría de Salud, los desechos orgánicos sin manejo adecuado pueden ocasionar enfermedades gastrointestinales, infecciones e incluso convertirse en focos de contaminación, especialmente en zonas urbanas densamente pobladas como Chimalhuacán.

La Constitución Política del Estado de México en su Artículo 115 establece que los municipios son responsables de la recolección y manejo de residuos sólidos, además de las leyes ambientales del Estado que exigen mantener condiciones sanitarias óptimas para la población. No obstante, los vecinos aseguran que en Chimalhuacán esta obligación solo figura en papel, ya que no existen brigadas de limpieza, sanciones efectivas ni presencia constante en las calles afectadas.

A pesar del evidente problema, ninguna autoridad local ha emitido un comunicado, presentado planes concretos de limpieza ni acudido a los puntos críticos. La población expresa su creciente inconformidad, solicitando mayor transparencia, planes de limpieza efectivos y participación comunitaria en la supervisión de los servicios públicos.

Para los habitantes, el problema no radica en las festividades en sí, sino en la negligencia de un gobierno que deja a la población entre basura y sin respuestas claras, poniendo en riesgo su salud y su bienestar.