Brasil enfrenta una alarmante escalada del antisemitismo y la pérdida de su compromiso democrático

Por: Equipo de Redacción | 17/10/2025 01:01

Brasil enfrenta una alarmante escalada del antisemitismo y la pérdida de su compromiso democrático

El antisemitismo en Brasil dejó de ser un fenómeno aislado y marginal para convertirse en una problemática presente en la política, la academia, los medios y las redes sociales, con frecuencia tolerada o incluso favorecida por instituciones estatales. Los informes anuales de la Universidad de Tel Aviv revelan un incremento en incidentes y denuncias desde 2022, evidencia de una escalada que pone en riesgo la convivencia y la estabilidad social.

Históricamente, Brasil alberga una comunidad judía con profundas raíces y un papel destacado en su vida cultural, comercial y educativa. El país había promovido durante años el diálogo interreligioso, la memoria del Holocausto y la condena estricta de todas las formas de antisemitismo. Sin embargo, esa postura ha cambiado.

El actual gobierno brasileño ha marcado una caída en ese compromiso. La salida del país de la International Holocaust Remembrance Alliance (IHRA) simboliza un retroceso tanto simbólico como práctico, pues debilita la cooperación internacional para combatir el intolerancia y la violencia.

Casos recientes evidencian la gravedad del problema: figuras públicas, como el ministro del Supremo Tribunal Federal, Luiz Fux, quien es judío, han sido objeto de ataques basados en estereotipos antisemitas, particularmente en casos vinculados a expresiones políticas y judiciales delicadas, incluyendo procesos relacionados con ex mandatario Jair Bolsonaro. Esto indica cómo el antisemitismo se está infiltrando en el discurso dominante.

En distintas plataformas, el discurso antisemita se vuelve más común en ámbitos académicos, políticos y digitales. La respuesta a estas manifestaciones ha sido débil, y en algunos casos, las críticas a la política internacional de Israel, tras el ataque de Hamas en octubre de 2023, han derivado en justificaciones que legitiman actitudes y discursos antijudíos, disfrazados de críticas políticas.

La normalización del antisemitismo va más allá de la retórica. En la Triple Frontera, por ejemplo, redes de lavado de dinero que financian a Hezbollah y otros grupos extremistas han operado durante años con una respuesta limitada por parte del Estado. La falta de acción envía señales peligrosas, consolidando estructuras ilícitas y legitimando un ecosistema donde antisemitismo, intereses políticos y económicos se entrelazan.

El impacto inmediato afecta la seguridad y tranquilidad de la comunidad judía en Brasil, pero el daño es mayor: erosiona la credibilidad del país como sociedad plural y democrática. A nivel regional, Brasil comienza a distanciarse de otros países latinoamericanos que mantienen firmes su compromiso con la memoria del Holocausto y la cooperación interreligiosa. Mundialmente, corre un riesgo serio en sus relaciones con Estados Unidos y aliados occidentales.

Estados Unidos, en particular, ha estado atentos a esta problemática, considerando el antisemitismo y la retórica extremista en su evaluación del entorno político en Brasil. La gestión de esta crisis impactará en la percepción de Brasil como socio confiable y en la solidez de sus lazos bilaterales, con posibles repercusiones en la política y seguridad regionales.