La compañía china BYD, especializada en la fabricación de vehículos eléctricos, ha decidido suspender sus planes de construir una planta en México debido a la incertidumbre generada por las políticas arancelarias del gobierno de Estados Unidos. Stella Li, vicepresidenta de BYD, indicó a Bloomberg que la empresa busca expandirse en América Latina, pero actualmente no tiene proyectos específicos en marcha en el país, siendo Brasil su única planta fuera de Asia.
Li comentó que las cuestiones geopolíticas afectan significativamente a la industria automotriz, en referencia al anuncio de Donald Trump el 3 de abril de aplicar un arancel del 25 por ciento a las importaciones de automóviles, incluyendo aquellas de México y Canadá, socios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Estos gravámenes afectan principalmente las partes no fabricadas en Estados Unidos.
Antes de que Trump asumiera la presidencia, BYD consideraba tres posibles ubicaciones en México para su planta automotriz, pero no presentó propuestas formales, según informó en marzo la alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. Por otra parte, el Financial Times reportó que el Ministerio de Comercio de China frenó la aprobación de la planta mexicana, temeroso de que Estados Unidos pudiera acceder a la tecnología de BYD.
La vicepresidenta de la empresa aclaró que, aunque planean ampliar su capacidad de producción, la incertidumbre en el comercio global impide definir cuándo se realizarán esas inversiones. A nivel sectorial, otras empresas también han ajustado sus operaciones: Stellantis, fabricante de Jeep y Ram, pausó temporalmente la producción en su planta de Toluca, y General Motors reubicará parte de su producción de camionetas y SUV de México a Estados Unidos, ante los aranceles establecidos.
Adicionalmente, la Inversión Extranjera Directa en el sector automotriz en México sufrió una caída del 30.5 por ciento en el primer trimestre del año, reportó la Secretaría de Economía. Durante esos tres meses, México captó 2,573 millones de dólares en inversión extranjera, aproximadamente 1,133 millones de dólares menos que en el mismo período de 2024, reflejando el impacto de las políticas arancelarias en la confianza de los inversionistas.