El Caballo Clydesdale, cuyo origen se remonta al siglo XVIII en el valle del río Clyde en Escocia, se ha consolidado como un símbolo emblemático en Estados Unidos, especialmente por su papel en la publicidad de una importante marca de cerveza durante los comerciales del Super Bowl.
Reconocidos por su imponente tamaño y fuerza, estos caballos de tiro alcanzan alturas de hasta 1.80 metros. Se distinguen por su cabeza pequeña, frente blanca, cuerpo largo con forma arqueada y potentes traseros musculosos. Además, presentan la característica 'pluma' alrededor de sus patas, que adornan sus pezuñas, detallan expertos de la Universidad del Estado de Oklahoma.
Desde la Primera Guerra Mundial, la especie fue considerada vulnerable, y en la década de 1970 estuvo cerca de extinguirse. La revista E Horse señala que, aunque inicialmente estos caballos eran de menor tamaño, en los siglos XVIII y XIX la raza se consolidó como una de las de mayor estatura, gracias a cruces con sementales flamencos y, posteriormente, con pura sangre inglés y ejemplares de Shire.
La expansión del Clydesdale fue significativa en Reino Unido, Estados Unidos y Australia, donde se usaban en actividades agrícolas. En 1877, la creación de la Sociedad del Caballo Clydesdale tuvo un papel crucial en la conservación de la raza, protegiéndola de los efectos de la mecanización tras las guerras mundiales.
Herbívoros por naturaleza, estos caballos se alimentan de plantas y productos vegetales. En 1823, establecieron un récord al arrastrar 128 toneladas, demostrando su excepcional fuerza.
Su vínculo con la cervecera Anheuser-Busch, fundada en 1852 en St. Louis, Missouri, se fortaleció en 1933, cuando fueron adquiridos para transportar sus productos tras la finalización de la Ley Seca. Posteriormente, se convirtieron en protagonistas de campañas publicitarias televisivas que contribuyeron a su popularidad y a la conservación de la especie.
Aunque son animales encantadores y popularmente considerados mascotas en su etapa juvenil, su gran tamaño los hace inapropiados para espacios familiares pequeños, además de requerir cuidados especiales y gastos adicionales para su mantenimiento.
En cuanto a su valor comercial, un ejemplar puede venderse desde aproximadamente 1,000 dólares, aunque lo común está entre 2,500 y 3,000 dólares, dependiendo de sus características y linaje.