Los precios del petróleo experimentaron una fuerte caída el martes, acercándose al 5%, luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que China puede continuar comprando petróleo a Irán. Esta declaración tranquilizó a los mercados, que temían un incremento en las tensiones en Oriente Medio y un posible corte en los suministros.
"China puede seguir comprando petróleo a Irán. Con suerte, también comprarán mucho a Estados Unidos", escribió Trump en su cuenta de Truth Social. Hacia las 13:50 GMT, el precio del crudo Brent del mar del Norte para entrega en agosto cayó un 4.50%, situándose en 68.26 dólares, mientras que el estadounidense West Texas Intermediate (WTI) retrocedió un 4.60% hasta 65.34 dólares.
El lunes, el Brent había caído un 7% en un contexto de tensiones geopolíticas que incluyeron una represalia simbólica de Irán contra una base estadounidense y señales de que la escalada había cesado por ahora. Con la amenaza en el estrecho de Ormuz aparentemente controlada, el Brent alcanzó un mínimo desde el 11 de junio, registrando 69.11 dólares por barril, y el WTI cayó un 3.2%, a 66.32 dólares.
Kenneth Broux, responsable de investigación de divisas y tasas en Societe Generale, comentó que "la mayoría de los inversores se mostraron indiferentes ante lo que parecía un evento geopolítico de gran escala durante el fin de semana, y quienes evitaron riesgos han tenido razón hasta ahora".
Por otro lado, la declaración del ministro de Defensa israelí, Israel Katz, de haber ordenado un ataque a Teherán en respuesta a los misiles iraníes, no alteró significativamente el mercado, ya que Irán negó haber violado el alto el fuego.
Los activos de riesgo mostraron mejor señal, con los futuros del S&P 500 subiendo un 0.9% y los del Nasdaq un 1.1%. El índice europeo STOXX 600 avanzó un 1.4%, impulsado por las subidas en el sector de viajes y aerolíneas, que crecieron un 3.5%, mientras que las compañías petroleras cayeron un 2%.
En Asia, el índice MSCI de acciones fuera de Japón subió un 2.2%, y el Nikkei japonés aumentó un 1.1%. Sin embargo, estos avances no se reflejaron en el mercado de renta fija, donde el proyecto de presupuesto récord en Alemania elevó los rendimientos de los bonos a 10 y 30 años. La tasa de los bonos alemanes a 30 años incrementó 8 puntos básicos, a 3.065%, y la de 10 años, 5 puntos básicos, a 2.60%. Al mismo tiempo, en Estados Unidos, el rendimiento a 10 años subió 2 puntos básicos, hasta 4.34%, aunque las expectativas de recortes en las tasas de la Reserva Federal limitaron la tensión en los bonos estadounidenses.
Los inversores esperan las declaraciones de los responsables de política monetaria de la Fed, en especial, la comparecencia del presidente Jerome Powell ante el Congreso, en la cual se ha mostrado cauteloso respecto a una posible bajada inminente de tasas.
El impacto en las divisas fue notable, con el dólar perdiendo un 0.77%, situándose en 145 yenes tras un máximo de seis semanas de 148 yenes, y el euro subiendo un 0.2%, a 1.1602 dólares, después de haber ganado un 0.5% en la noche.
Finalmente, la tendencia de mayor aversión al riesgo también afectó al oro, cuyo precio cayó un 1.3%, situándose en 3,323 dólares la onza, beneficiado por la caída en los precios del petróleo y la apreciación del yen y el euro.