La detención de Hernán Jesús Germán Manzano, conocido como alias Pepo, en Bucaramanga, marca un avance importante en la lucha contra el crimen organizado en la ciudad. Las autoridades lo identifican como presunto integrante de la estructura delictiva AK47, y estaba buscado por su presunta participación en delitos de homicidio y extorsión, hechos que han generado preocupación entre habitantes y comerciantes locales.
El operativo que permitió su captura se realizó en una zona urbana de Bucaramanga, tras un seguimiento que culminó con su localización y traslado a las autoridades. Alias Pepo se ocultaba en el área metropolitana, lo que dificultó su localización, pero su aprehensión fortalece la seguridad en la capital santandereana.
Las investigaciones sugieren que Pepo estaría vinculado al asesinato de un comerciante ocurrido el 17 de enero en el barrio Tres Balcones, en el kilómetro 3 de la vía Pamplona–Morrorico. Este crimen, que conmocionó a la comunidad, se suma a varias acciones delictivas atribuidas a los AK47, entre ellas la extorsión a comerciantes de la región.
El modo de operar de “Pepo” y su organización consistía en intimidar a los comerciantes mediante disparos en fachadas de viviendas y negocios, con el fin de presionar para el pago de extorsiones y generar temor en la comunidad. Estas acciones contribuyeron al clima de violencia y alarma social tras el homicidio de enero.
En antecedentes judiciales, se sabe que Manzano había sido procesado anteriormente por extorsión y mantiene registros en el Sistema Penal Oral Acusatorio por similar delito.
El comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, general William Quintero, resaltó la importancia de esta captura para mejorar la seguridad ciudadana. Insistió en que detener a “Pepo” representa un paso decisivo en la lucha contra la extorsión y la violencia que afectan a los comerciantes y residentes.
Las autoridades llaman a la ciudadanía a denunciar cualquier acto de extorsión o violencia, recordando que existen líneas de atención para recibir información y brindar apoyo a afectados.
El grupo delictivo AK‑47 opera principalmente en la frontera con Venezuela y tiene presencia en ciudades como Cúcuta y Bucaramanga. En Cúcuta, la organización se dedica al microtráfico, extorsión, fabricación y porte ilegal de armas, y amenaza a sectores vulnerables.
En marzo de 2025, la Policía informó sobre la detención de siete personas vinculadas a esta estructura por delitos de extorsión agravada, concierto para delinquir, terrorismo y tráfico de drogas. La extorsión con violencia es una de sus modalidades más frecuentes, promoviendo intimidación mediante videos y amenazas con armas y granadas.
Un ejemplo de ello es un video donde individuos armados amenazan a cambistas en Cúcuta, exigiendo el pago de “vacunas” de extorsión, informaron las autoridades. Además, se reportó que esta organización genera ingresos superiores a 50 millones de pesos mensuales por extorsión a comerciantes en la región.