Carlos III mantiene la medalla de las Malvinas de Andrés pese a perder sus títulos reales y residencia en Windsor

Por: Equipo de Redacción | 05/11/2025 15:00

Carlos III mantiene la medalla de las Malvinas de Andrés pese a perder sus títulos reales y residencia en Windsor

En medio del escándalo que afecta al Reino Unido, el príncipe Andrés, ahora conocido como Andrés Mountbatten-Windsor, ha visto cómo su vida pública se desploma tras ser despojado de todos sus títulos reales y del privilegio de residir en el Royal Lodge, vivienda de la Corona británica. Sin embargo, el rey Carlos III ha decidido que su hermano conserve uno de los símbolos más importantes de su carrera militar: la medalla de campaña de la Guerra de las Malvinas.

La decisión se produce en un momento especialmente difícil para Andrés, tras la eliminación de sus honores reales y la retirada de su rango honorífico de vicealmirante por parte del Gobierno británico. El secretario de Defensa, John Healey, confirmó que las decisiones sobre las medallas corresponden exclusivamente a la autoridad del monarca, y que Andrés mantendrá la medalla de las Malvinas y otras condecoraciones recibidas por sus servicios en la Marina Real.

Andrés sirvió en la Marina durante 22 años, comenzando en 1981 como subteniente. Su participación en la Guerra de las Malvinas fue destacada: en 1982, a los 22 años, combatió como copiloto de helicópteros Sea King, participando en misiones antisubmarinas, evacuaciones médicas y operaciones de rescate. Una de sus funciones más arriesgadas fue usar su helicóptero como señuelo para desviar los misiles argentinos Exocet, una acción que le valió la Medalla del Atlántico Sur, conocida comúnmente como Medalla de las Malvinas, acompañada de una roseta que reconocía su valentía en combate.

Se estima que alrededor de 33,000 medallas se entregaron a los participantes del conflicto, con solo unas 3,300 incluyendo la roseta, lo que ha generado el apoyo de veteranos que defienden el derecho de Andrés a mantenerla. Simon Weston, exsoldado galés gravemente herido en el conflicto, afirmó que sería "moralmente indefendible" retirarle esa distinción, ya que representa el honor ganado con sacrificio y servicio, independientemente de los escándalos personales.

La decisión del rey también coincide con la confirmación de que Andrés será desalojado del Royal Lodge, su residencia en Windsor donde vivió por más de 20 años junto a su exesposa, Sarah Ferguson. La salida marca el fin de una era para la propiedad, que será administrada por la Crown Estate. La mansión, diseñada por John Nash en 1815, presenta deterioro en sus estructuras, lo que podría reducir o anular el pago compensatorio que Andrés recibiría por su arrendamiento de 75 años, firmando en 2003 con condiciones que aún están en revisión.

Pese a estos inconvenientes, Carlos III ha ordenado una ayuda económica para su hermano, la cual incluye un pago único para cubrir su mudanza y una asignación anual privada, sin fondos públicos ni el Ducado de Lancaster. Esta ayuda supera varias veces la pensión militar de Andrés, que es de 20,000 libras esterlinas anuales.

Mientras tanto, Sarah Ferguson también deberá abandonar la mansión, y fuentes cercanas sugieren que atraviesa momentos de ansiedad y autocrítica, lamentando no haber evitado estos eventos. La Crown Estate decidirá ahora el destino del Royal Lodge, que tras la salida de los residentes históricos, quedará en su gestión para definir su próximo uso.