Los trabajos para retirar piedra y tierra tras un deslave en la carretera Ixtapan–Coatepec Harinas avanzan lentamente. Aunque el impacto en el turismo ha sido moderado, principalmente por visitantes de la Ciudad de México y el Valle de Toluca, el bloqueo ha interrumpido la conexión del municipio con la zona sur del Estado de México y algunas comunidades de Guerrero.
De los tres deslaves ocurridos en los últimos días en la región sur mexiquense, solo uno continúa sin resolverse, lo que ha extendido las labores de limpieza. Autoridades municipales informaron que la reanudación del tránsito será lenta, ya que se están realizando estudios técnicos para garantizar la seguridad.
El Ayuntamiento de Ixtapan de la Sal reconoció que el impacto social ha sido considerable, ya que el transporte de carga está casi paralizado, a pesar de las rutas alternas habilitadas. ‘No es solo retirar la roca, sino realizar estudios que permitan reabrir la vía sin riesgos’, señalaron.
Las afectaciones también alcanzan municipios del Estado de Guerrero, como Pilcaya y Taxco, que han quedado temporalmente incomunicados. El presidente de la Asociación de Hoteleros de Ixtapan de la Sal, Martín Montoya, explicó que el deslave ha tenido un impacto limitado en el sector turístico, pues la mayoría de los visitantes proviene del Valle de Toluca y la Ciudad de México. Sin embargo, añadió que la entrada por carretera desde Guerrero está actualmente imposibilitada.
En Luvianos, el deslave en comunidades como la Sierra de Nanchititla podría resolverse este fin de semana, permitiendo la reapertura de la vía. Personal de la Junta de Caminos realiza tareas de limpieza y retiro de lodo desde el Puerto del Salitre hasta Cañadas de Nanchititla, además de mantener vigilancia preventiva y atender a las personas afectadas.
Por último, el derrumbe en la vía Yerba Buena, utilizada como ruta alterna, ya fue atendido y la circulación se ha normalizado.