En un solo fin de semana, más de 400 personas migrantes fueron arrestadas en Los Ángeles durante operativos realizados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), según organizaciones comunitarias y defensores de derechos civiles que documentan estos hechos.
Los reportes incluyen la detención de menores de edad y adultos sin antecedentes penales ni procesos judiciales en curso. Algunas capturas ocurrieron en centros de trabajo, como en tiendas Home Depot, lo que ha sido denunciado por su posible violación al debido proceso.
Hasta ahora, no hay una lista oficial que detalle quiénes son las personas detenidas, lo que impide conocer su nacionalidad o el estado mexicano del que podrían ser originarias. Sin embargo, registros preliminares indican que la mayoría proviene del Estado de México, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Zacatecas y Puebla.
El activista migrante Sergio Infanzón, entrevistado por El Sol de Toluca, advirtió sobre las condiciones precarias en los centros de detención y la falta de acceso para verificar el estado de los migrantes detenidos. "Muchas personas no tienen acceso a abogados ni a un proceso justo. Se están violando derechos básicos. No sabemos si ya fueron deportadas o en qué condiciones se encuentran", comentó.
Los operativos comenzaron el jueves 5 de junio en distintas zonas del condado de Los Ángeles y en municipios del sur como Santa Ana. Aunque California es un estado santuario, con leyes que limitan la colaboración de la policía local con las autoridades migratorias, organizaciones civiles denuncian que estas acciones federales contradicen esas garantías.
Infanzón explicó que los operativos no están enfocados en combatir la criminalidad, sino que forman parte de una estrategia política del gobierno federal para presionar a las autoridades estatales. La presencia de la Guardia Nacional y de infantes de marina ha generado un efecto intimidatorio en la comunidad.
"Pensábamos que estábamos protegidos, pero ahora vemos un uso mediático del miedo. La presencia de estas fuerzas no responde a operativos específicos, sino a una estrategia de presión", expresó.
Testimonios de redes comunitarias indican que varias personas mexicanas han sido deportadas sin identificación ni recursos adecuados, llegando a la frontera sin pertenencias o documentación, y en condiciones extremadamente precarias.
Las redadas han provocado manifestaciones espontáneas en varias ciudades del sur de California. Aunque en su mayoría han sido pacíficas, también se han registrado enfrentamientos con la policía y nuevas detenciones, generando preocupación entre los defensores de derechos civiles.
Infanzón alertó que la criminalización puede justificar la ampliación de estos operativos, incluso contra personas con documentación vigente. "Quienes están en trámite deben cuidarse más que nunca. La intención política de mostrar fuerza pone a todos en la mira", advirtió.
Por último, hizo un llamado al gobierno mexicano para fortalecer su presencia en la frontera norte y apoyar a los deportados que llegan sin recursos ni información. Lamentó que, hasta ahora, las acciones oficiales se hayan limitado a declaraciones sin un plan estructurado para atender a los connacionales afectados.