Un estudio de México Evalúa identifica 13 capitales en México que han experimentado una significativa reducción en la violencia delictiva durante el trienio 2021-2024. Estas ciudades comparten características como la presencia de alternancia política, menor densidad poblacional, altos porcentajes de hogares con jefatura femenina y mayor participación ciudadana en comparación con el promedio nacional.
Entre las ciudades que destacan por su mejora en seguridad figuran Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; Tlaxcala; Guadalajara, Jalisco; Saltillo, Coahuila; Colima; Morelia, Michoacán; Pachuca, Hidalgo; Durango; La Paz, Baja California Sur; Chetumal, Quintana Roo; Xalapa, Veracruz; Cuernavaca, Morelos y Toluca, Estado de México.
El análisis revela que en 11 de estas 13 capitales, la reducción de violencia coincidió con cambios en el liderazgo municipal sin reelección previa, salvo en Tuxtla Gutiérrez y Saltillo, cuyos alcaldes fueron reelectos. Además, en nueve de estos casos, las autoridades municipales y estatales pertenecían al mismo partido político, sugiriendo que la cohesión partidista puede favorecer políticas efectivas de seguridad.
Las cuatro ciudades donde la mejora ocurrió pese a tener administraciones de diferentes signos políticos son Colima (PAN-PRI-PRD vs. Morena), Morelia (PAN-PRD vs. Morena), Chetumal (Morena-Verde-PT vs. PAN) y Cuernavaca (PAN-PSD vs. Morena).
Un factor común en la mayoría de estas localidades es la baja densidad poblacional: en 12 de los 13 casos, la población por kilómetro cuadrado está por debajo del promedio nacional, siendo Guadalajara la única excepción con casi 92 mil habitantes por km².
El estudio resalta que la seguridad pública debe dejar de considerarse únicamente un asunto federal o basado en el uso extremo de la fuerza. Los datos muestran que los municipios pueden implementar intervenciones efectivas, ajustadas a sus contextos específicos, que influyen en las condiciones que propician la delincuencia.
Esta realidad apunta hacia una transición de una política reactiva y centralizada a un modelo territorial, capaz de fortalecer los recursos locales y prevenir el delito de forma integral. La seguridad con enfoque municipal se presenta como una estrategia viable y necesaria frente al agotamiento del sistema punitivo tradicional.
Un hallazgo importante es que la disrupción familiar no necesariamente deteriora las condiciones de seguridad: de las 13 ciudades con buenos resultados, nueve presentan tasas de hogares con jefatura femenina superiores a la media nacional, y las cuatro con menor disrupción familiar son Saltillo, La Paz, Chetumal y Toluca.
El informe también propone medidas para avanzar en la descentralización y efectividad de políticas preventivas: crear mecanismos de transferencias condicionadas a municipios, establecer criterios de asignación basados en indicadores objetivos, restringir el despliegue de Fuerzas Armadas a zonas conflictivas, y promover la participación ciudadana en la evaluación de políticas.
Asimismo, recomienda fortalecer capacidades institucionales en municipios rezagados y superar el enfoque punitivo, incorporando estrategias comunitarias y sociales que respondan a diagnósticos locales y fomenten la confianza entre instituciones y ciudadanía.