En 1842, en un pequeño pueblo llamado La Punta, cerca de Querétaro, nació Leonarda Emilia Martínez. Hija de padre fallecido en temprana edad, desde joven se dedicó a robar a los ricos para ayudar a los pobres.
Según la leyenda, fue dama de compañía de la Emperatriz Carlota, esposa de Maximiliano de Habsburgo. Durante eventos del imperial régimen, Carlota conoció al capitán francés José Joaquín Ortiz, con quien se enamoró profundamente.
En los años 1860, marcado por la tensión entre Maximiliano y Benito Juárez, José Joaquín fue capturado y condenado a muerte. Leonarda solicitó ayuda a diversas autoridades, incluido Juárez, pero no consiguió salvar a su amado, quien fue fusilado. Desde entonces, juró venganza.
Buscando lograr su venganza, Leonarda utilizó una hierba llamada ventiunilla, que produce la muerte en 21 días. Se cuenta que logró infiltrarse en una cena con Sebastián Lerdo de Tejada, sucesor de Juárez, a la que asistía también el presidente. Cuando Juárez se apartado de su vaso, ella dejó unas gotas de ventiunilla; él murió 21 días después, el 18 de julio de 1872, por una angina de pecho.
La leyenda dice que La Carambada continuó robando durante el resto de su vida. Se relata que en una vivienda de la entonces llamada “Calle Honda”, en el Barrio de Santa Rosa, existía un túnel por el cual escapaba cuando era atrapada. Hace años, dicho túnel fue exhumado y se encontraron restos como huesos de pollo, vasijas rotas y cazuelas, que sugieren que alguien pudo haberse ocultado allí.
Leonarda falleció a los 86 años. Aunque fue fusilada, sobrevivió y, en busca de paz, confesó su historia a un sacerdote antes de morir.