¿Te imaginas criar cinco bebés simultáneamente en una comunidad donde la pobreza y la informalidad laboral son la norma? Esa es exactamente la realidad de Juan Alberto y su familia en Otzolotepec, Estado de México.
Este municipio, donde la mitad de su población vive en pobreza y una parte significativa en extrema carencia, acaba de ser escenario de una noticia que sorprendió a todo México: el nacimiento de quintillizos en una familia local.
Juan Alberto, quien trabaja como albañil, dedica sus días a construir y reparar, ganando en promedio unos seis mil pesos al mes, con un salario quincenal de aproximadamente tres mil pesos o mil 500 semanalmente. Sin embargo, estas cifras no garantizan una vida fácil. La informalidad laboral en Otzolotepec es constante; muchos, como él, carecen de prestaciones y seguridad social.
Dependiendo del IMSS-Bienestar para atención médica, Juan ahora enfrenta el reto adicional de cuidar a cinco bebés que requerirán vacunas, consultas y seguimiento pediátrico constante. La comunidad, con su fuerte identidad indígena y una población que habla lenguas originarias, suele apoyarse mutuamente. La solidaridad entre vecinos y familiares será, sin duda, clave en estos días.
La historia de esta familia refleja no solo la sorpresa por un nacimiento múltiple poco común, sino también la realidad de miles de hogares en condiciones similares que, con recursos limitados, día a día luchan por sobrevivir.
Para Juan y su pareja, los quintillizos representan un nuevo comienzo lleno de desafíos, pero también de esperanza. La llegada de estos cinco peques trae la promesa de nuevas vidas y la fuerza de una comunidad unida en medio de la adversidad.
