¿Imaginas que un padre en estado de ebriedad pueda tomar a su propia bebé como rehén? Eso fue exactamente lo que ocurrió en Chimalhuacán, Estado de México, el 27 de noviembre de 2025. Un sujeto, aparentemente el padre de la menor, gritaba en su propia casa: “échame un balazo aquí en la cabeza”, mientras mantenía a su bebé de 8 meses en cautiverio.
La situación escaló rápidamente, y aunque varias personas intentaron persuadirlo, el hombre respondía con palabras altisonantes y negándose a liberar a la niña. La tensión aumentó, y un oficial de seguridad acudió para intentar convencerlo, sin éxito.
En un momento, el agresor se acercó al policía, intercambiaron palabras y, finalmente, fue sometido y reducido en el suelo por las autoridades. La bebé, que no dejó de llorar en todo momento, fue entregada a sus familiares después de que la policía lograra rescatarla. Mientras tanto, el hombre desconocido fue puesto a disposición de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), que determinará su situación jurídica.
Este caso revela la gravedad de las situaciones extremas de violencia familiar y la importancia de las fuerzas de seguridad para proteger a los vulnerables en momentos críticos.
