
La Marcha Nacional celebrada en Lima el 15 de octubre dejó heridas tanto físicas como emocionales en la memoria colectiva peruana, no solo por la magnitud de la movilización y la represión posterior, sino también por las historias personales que surgieron en medio del caos. Entre ellas, destacan las sorprendentes conexiones que surgieron en ese día fatídico.
Por un lado, Eduardo Mauricio Ruiz Sainz, conocido en la escena del rap limeño como ‘Trvko’, y Luis Reyes Rodríguez, a quien sus amigos y compañeros llamaban ‘Flipown’, compartían el gusto por la música urbana, aunque nunca se habían visto en persona hasta esa jornada. El azar los unió brevemente en un acto de solidaridad que marcó sus destinos.
La movilización, que partió desde la Plaza San Martín —un evento que congregó jóvenes, artistas, activistas y ciudadanos en una manifestación contra la precariedad democrática e institucional— tuvo un desenlace trágico para Flipown. En medio de los cánticos y reclamos, una bomba lacrimógena lanzada por la policía impactó en su cabeza. El joven de 28 años cayó inconsciente entre la confusión y los gritos. Testigos relatados por medios locales revelan que, ante el peligro, varios manifestantes, incluido uno posteriormente identificado como Trvko, ayudaron a sacar a Flipown de la zona de riesgo.
Este acto de ayuda ocurrió en un momento en que la violencia policial se intensificaba. Flipown fue llevado inconsciente al hospital Arzobispo Loayza, donde fue registrado como NN. Los médicos diagnosticaron fractura de cráneo y hemorragia, y su pareja logró posteriormente identificarlo. Actualmente, permanece en estado crítico, rodeado de incertidumbre.
Menos de una hora después del rescate, la marcha había perdido gran parte de su fuerza y los manifestantes se dispersaban en pequeños grupos para regresar a casa. En ese contexto, Trvko, también de 32 años, caminaba con su hermano y amigos cerca de la Plaza Francia. Allí, en un instante, la tensión escaló cuando un policía disparó durante un enfrentamiento cerca de un bar. La bala alcanzó a Trvko, quien fue presenciado por su hermano Fabio, y se convirtió en otra víctima más de la brutalidad policial.
El suboficial Luis Magallanes, miembro de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía Nacional, fue identificado como el responsable del disparo, aunque hay versiones contradictorias sobre las circunstancias exactas del incidente. La investigación enfrenta obstáculos por la demora en la recolección de pruebas y la saturación del sistema forense, en medio de un debate abierto sobre el uso de la fuerza y la responsabilidad institucional.