En México, el consumo de alcohol se ha convertido en un problema de salud pública que afecta no solo a los consumidores, sino también a la sociedad y la economía del país. Para solucionar esta situación, especialistas coinciden en la necesidad de que el gobierno federal, en coordinación con las autoridades estatales y municipales, implemente una estrategia integral de prevención y concientización sobre los impactos negativos del consumo de alcohol.
Estas declaraciones fueron hechas durante el Foro Internacional “Hacia una política nacional de alcohol: situación actual, retos y oportunidades”, llevado a cabo este lunes en la Ciudad de México, en el que participaron expertos en salud pública y adicciones de la Red de Acción Sobre el Alcohol (RASA).
El especialista en salud pública y epidemiología, Alberto Gómez, explicó que el consumo de alcohol puede responder a diversas causas, como problemas financieros, estrés, depresión, ansiedad, situaciones laborales o desempleo, conflictos familiares y convivencia social. Sin embargo, el trasfondo puede ser aún más grave cuando el consumo está relacionado con abusos o violencia, especialmente en perjuicio de las mujeres.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que en 2019 se registraron aproximadamente 2.6 millones de muertes atribuibles al consumo de alcohol, sustancia que se vincula con al menos 200 enfermedades o padecimientos, incluidos trastornos no transmisibles como la insuficiencia renal.