
Pionyang acusó este sábado a Seúl de cometer una 'grande provocación' tras varios disparos de advertencia realizados por militares surcoreanos contra un grupo de soldados norcoreanos que Trabajo en la construcción de una barrera cercana a la frontera entre ambas naciones durante la semana pasada.
El incidente ocurrió el pasado martes, 19 de agosto, cuando el Estado Mayor del Ejército norcoreano afirmó que militares surcoreanos dispararon más de diez rondas con una ametralladora de 12.7 milímetros en señal de advertencia.
El teniente coronel Ko Jong-chol, subjefe del Estado Mayor General del Ejército de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), expresó en un comunicado por KCNA que dicho episodio puede escalar la tensión en la zona, donde numerosas fuerzas permanecen en estado de confrontación. Añadió que el ejército norcoreano monitorea la situación de cerca.
Por su parte, el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur reconoció el evento, confirmando que ocurrió tras que varios soldados surcoreanos que realizaban trabajos en la Zona Desmilitarizada (DMZ) cruzaran la Línea de Demarcación Militar (LDM). Seúl aseguró que mantiene vigilancia estricta sobre los movimientos militares norcoreanos.
Desde el gobierno norcoreano, se explicó que sus soldados se encontraban construyendo una barrera para reforzar la frontera, un proyecto iniciado en 2023 tras que Kim Jong-un declarara que las relaciones entre las dos Coreas son hostiles. El objetivo, sostuvieron, es separar completamente los territorios y reducir posibles tensiones militares.
Ko Jong-chol insistió en que el proyecto busca eliminar los factores de tensión y crear un entorno estable, sin representar una amenaza para otros. Además, criticó que, a pesar de advertencias previas realizadas en junio y julio respecto a las actividades en la frontera, continuaron las provocaciones, incluso con la escalada de violencia.
El militar norcoreano también vinculó el incidente con los ejercicios militares conjuntos Ulchi Freedom Shield realizados por Seúl y Washington, sugiriendo que el episodio fue una provocación premeditada para generar conflicto.
Ko advirtió que si las labores del proyecto son obstaculizadas sin motivos militares claros, el ejército norcoreano considerará dichas acciones como provocaciones militares y actuará en consecuencia.