Corea del Sur anunció este 7 de septiembre que ha finalizado las negociaciones con Estados Unidos para la repatriación de los casi 500 trabajadores surcoreanos detenidos en un operativo migratorio en la planta de Hyundai en Georgia. La decisión contempla el fletamiento de un avión para trasladar a los empleados afectados, aunque todavía faltan algunos trámites administrativos por completar, según explicó Kang Hoon-sik, jefe del gabinete presidencial surcoreano.
El operativo, llevado a cabo el pasado jueves, fue el mayor en la historia del Homeland Security Investigations (HSI) en EE. UU. y se realizó en respuesta a investigaciones sobre supuestas prácticas laborales ilegales y otros delitos federales. En él, las fuerzas estadounidenses detuvieron a 475 trabajadores, la mayoría de ellos surcoreanos, quienes estaban en situación irregular o violaban las condiciones de sus visas.
De acuerdo con Steven Scharnk, responsable de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional en Georgia y Alabama, algunos de los detenidos cruzaron ilegalmente la frontera, otros ingresaron con exención de visa y permanecieron más tiempo del permitido, y otros tenían visas válidas pero excedieron su período de estadía.
Los detenidos, en su mayoría, fueron trasladados al Centro de Procesamiento de Folkston, en Georgia, cerca de Jacksonville, Florida. Testigos reportaron que cientos de oficiales ingresaron en vehículos militares a las instalaciones de Hyundai Motor Group Metaplant America en un operativo que causó pánico entre los trabajadores, algunos de los cuales intentaron huir.
El gobierno surcoreano condenó enérgicamente la redada y expresó su preocupación. El Ministerio de Exteriores envió personal consular a Georgia, conformó un equipo de respuesta y comunicó sus inquietudes a la embajada de Estados Unidos en Corea. La planta, inaugurada en marzo, se encuentra en el complejo Hyundai Motor Group Metaplant America, destinado a producir vehículos eléctricos y componentes.
