El Parlamento de Corea del Sur aprobó este miércoles una ley que prohíbe a los estudiantes el uso de teléfonos móviles y otros dispositivos inteligentes durante las clases en colegios e institutos, en consonancia con una tendencia global para reducir los efectos dañinos del uso excesivo de tecnología. La enmienda a la Ley de Educación Primaria y Secundaria, que entrará en vigor en marzo de 2024, busca proteger el derecho a aprender y fortalecer la autoridad de los docentes frente a la proliferación de dispositivos en el aula, según la información difundida por la Asamblea Nacional surcoreana tras su sesión plenaria.
La iniciativa, promovida de manera bipartidista, establece que los estudiantes podrán utilizar sus dispositivos exclusivamente con fines educativos, en emergencias o como apoyo para personas con discapacidad. Además, otorga a directores y profesores la facultad de establecer normativas internas para limitar la posesión y el uso de aparatos electrónicos en los recintos escolares, incluso fuera del horario de clases, si lo consideran necesario para garantizar un entorno adecuado para el aprendizaje.
Asimismo, la reforma fomenta que las instituciones educativas integren en sus currículos programas sobre el uso responsable de dispositivos digitales, con el objetivo de prevenir conductas adictivas y promover hábitos saludables. La decisión surge después de que la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Corea del Sur respaldara que restringir el uso de móviles en las escuelas, dada su influencia negativa, no viola derechos fundamentales.
Esta medida forma parte de un movimiento internacional en aumento; según la UNESCO, a principios de 2025, 79 países cuentan con regulaciones que limitan o prohíben el uso de teléfonos en las instituciones educativas, frente a 60 que lo hacían a finales de 2023.