La postura encorvada se ha convertido en un problema frecuente en la vida moderna, debido al uso continuo de pantallas, trabajos desde casa sin mobiliario ergonómico y el constante revisar del celular con la cabeza inclinada. Esta posición sostenida genera tensiones en cuello, hombros y espalda, pudiendo derivar en molestias crónicas si no se corrige a tiempo.
El cuerpo envía señales de advertencia, como rigidez, fatiga muscular, sensación de peso en la zona cervical y dificultad para mantener una postura erguida, aunque muchas personas no las detectan a tiempo.
Para contrarrestar estos efectos, expertos en fisioterapia sugieren unir una rutina breve de ejercicios correctivos, que no requiere equipamiento ni experiencia previa y puede realizarse en casa en menos de diez minutos. Su propósito es activar los músculos responsables de la postura, aliviar tensiones acumuladas y recuperar movilidad en zonas clave.
El primer ejercicio consiste en colocar el antebrazo contra una pared, con el codo a la altura del hombro, y girar el torso hacia el lado opuesto. Este movimiento optimaliza la apertura del pecho, relaja los hombros y mejora la alineación torácica. Se recomienda mantener la postura durante 30 segundos por cada lado.
Luego, se sugieren rotaciones torácicas acostado de lado, con las piernas flexionadas y los brazos extendidos. Al abrir el brazo superior hacia el lado opuesto, se estimula la movilidad de la columna media, que tiende a estar rígida por la falta de movimiento. Este ejercicio también se realiza durante 30 segundos por lado.
Otra opción efectiva es la postura del niño con brazos extendidos, tomada del yoga, ideal para relajar la parte baja de la espalda. Para esto, se llevan los glúteos hacia los talones y se estiran los brazos al frente, generando una elongación suave que libera tensiones en la zona lumbar. Se recomienda mantener esta posición por un minuto.
Finalmente, la elevación de brazos acostado boca abajo activa los músculos escapulares y dorsales. Al levantar los brazos en forma de ‘Y’ sin despegar el pecho del suelo, se fortalece la musculatura que sostiene la postura erguida. Se pueden realizar series de 10 a 15 repeticiones.
Aunque esta rutina puede ser una excelente medida preventiva o complemento, es fundamental consultar a un especialista en salud antes de comenzar cualquier práctica física. Cada cuerpo tiene necesidades específicas, y un profesional podrá evaluar si estos ejercicios son adecuados según el historial clínico y el estado físico de cada persona.
Incorporar estos movimientos en la rutina diaria puede marcar una diferencia significativa en la calidad de vida, especialmente para quienes pasan muchas horas frente a dispositivos electrónicos. La constancia y un enfoque consciente son claves para recuperar el equilibrio corporal y evitar que la postura encorvada se convierta en un problema crónico.