Cada vez más personas deciden invertir en criptomonedas, a pesar de su alta volatilidad, con miras a obtener rendimientos a mediano y largo plazo. Impulsadas por figuras públicas y algunos gobiernos que buscan adoptar estas monedas digitales como medio de pago oficial, las criptodivisas han atravesado una montaña rusa de subidas y bajadas que han puesto en jaque a diversos activos digitales.
Invertir en criptomonedas resulta más sencillo de lo que parece. Es importante recordar que son monedas virtuales controladas por carteras digitales o monederos, ya que, a diferencia del dinero físico, no tienen forma tangible.
A continuación, se presenta la cotización de las principales criptomonedas al 17 de octubre:
- Bitcoin: 106,240.47 dólares (-4.1%)
- Ethereum: 3,805.28 dólares (-4.57%)
- Tether US: 1 dólar (-0.06%)
- BNB: 1,075.89 dólares (-7.47%)
- Litecoin: 87.7 dólares (-8.07%)
- Dogecoin: 0.18 dólares (-6.66%), impulsada en su momento por Elon Musk.
El mercado de criptomonedas se basa en una estructura descentralizada y emplea la tecnología blockchain, que garantiza la seguridad y transparencia en las transacciones. Esta tecnología consiste en un registro digital que agrupa las operaciones en bloques, formando una cadena inmutable y verificable mediante nodos distribuidos.
Las criptomonedas también utilizan técnicas de criptografía para proteger la privacidad, autenticar transacciones y controlar la emisión de nuevas monedas. Algunas, además, emplean minería, un proceso que valida las transacciones mediante poder computacional, en el que los mineros son recompensados con nuevas unidades de la criptomoneda.
La oferta limitada es otra característica común, diseñada para evitar la inflación y mantener el valor a largo plazo. La creación de nuevas monedas puede estar sujeta a programación o a consensos comunitarios.
Para gestionar estas monedas, los usuarios emplean carteras digitales—en línea, de software o hardware—que almacenan las claves públicas y privadas, necesarias para recibir fondos y autorizar transacciones, respectivamente.
En México, el Banco de México ha prohibido a las instituciones financieras realizar operaciones con criptomonedas, aunque figuras como Ricardo Salinas Pliego han mostrado interés en que sus negocios, incluido su banco, acepten Bitcoin en el futuro.
En Perú, el Banco Central de Reserva ha declarado que no busca regular las criptomonedas, aunque trabaja en un proyecto de moneda digital propia. En Colombia, existen más de 500 sitios donde es posible pagar con criptodivisas, posicionando al país en el puesto 14 de adopción en la región.
En Centroamérica, El Salvador, que en 2021 convirtió al Bitcoin en moneda de curso legal, retiró oficialmente este estatus en enero de 2025 tras una reforma legislativa impulsada por el gobierno del presidente Nayib Bukele, marcando el fin de su experiencia pionera.
Para crear una criptomoneda, es fundamental definir si se desea desarrollar una moneda propia o un token. La primera requiere su propia blockchain y un equipo especializado, mientras que el segundo puede crearse en minutos mediante plataformas como Ethereum o BNB con conocimientos técnicos básicos.
Antes de desarrollar una criptomoneda, es crucial evaluar su utilidad, viabilidad y el marco legal correspondiente. La elección de la blockchain adecuada, así como un plan de funcionamiento y diseño, son pasos esenciales en el proceso.