El Gobierno de Alemania expresó este miércoles su inquietud por las potenciales dificultades en la cadena de suministro de semiconductores para la industria automotriz del país, y confirmó que mantiene conversaciones con todos los actores involucrados para encontrar una solución. La inquietud surge tras la advertencia de Volkswagen de que podría reducir su producción debido a problemas en el abastecimiento de chips.
Un portavoz del Ejecutivo alemán afirmó en rueda de prensa que están en contacto estrecho con la industria, socios europeos, la Comisión Europea y el Gobierno chino para abordar la situación. "Nos preocupa que puedan surgir obstáculos en la cadena de suministro, ya que los chips son fundamentales en los productos modernos y esto podría afectar significativamente la producción", manifestó.
La preocupación del Gobierno alemán cobró relevancia después de que Volkswagen notificara a sus empleados que, por la escasez de semiconductores, la fabricación del modelo Golf en su planta de Wolfsburgo se suspendería el próximo miércoles, según reportes del diario ‘Bild’. Otros modelos, como el Tiguan, también sufrirían paralizaciones, y la producción en varias fábricas se iría deteniendo progresivamente.
La raíz de esta crisis se vincula al conflicto en torno a Nexperia, fabricante de chips que fue controlada por el Estado neerlandés el 30 de septiembre pasado y es una filial de la firma china Wingtech. Como consecuencia, Pekín prohibió la exportación de ciertos componentes, lo que ha agravado la situación de desabasto.
En un esfuerzo por mitigar el impacto, Volkswagen ha contactado a la Agencia Federal de Empleo alemana para solicitar un régimen de trabajo reducido para parte de su plantilla, en medio de esta crisis de suministro.
