Nezahualcóyotl y Chimalhuacán enfrentan una crisis persistente de extorsión que las autoridades locales no han logrado contener, a pesar de campañas, operativos y estrategias interinstitucionales. Aunque hay avances aislados en ambos municipios del Oriente del Estado de México, el delito continúa constituyendo una amenaza estructural en estas localidades.
En Nezahualcóyotl, la estrategia nacional contra la extorsión logró una reducción del 19 por ciento en el primer semestre de 2025 comparado con el mismo periodo de 2024. Sin embargo, el 78 por ciento de los intentos aún se realizan por teléfono, y la percepción de inseguridad sigue alta. El alcalde Adolfo Cerqueda admitió que la cifra negra dificulta conocer la magnitud real del problema.
En Chimalhuacán, bajo la administración de Xóchitl Flores Jiménez, se reportó una disminución del 37 por ciento en extorsiones entre enero y marzo de 2025, gracias a la Estrategia Operativa Oriente. Sin embargo, en los últimos tres meses las denuncias aumentaron un 20 por ciento. Encuestas locales indican que el 35 por ciento de los comerciantes en mercados municipales ha recibido intentos de extorsión.
Aunque se han detenido a 25 presuntos responsables, comerciantes denuncian que algunos vuelven a las calles tras ser liberados, evidenciando fallas en el sistema judicial y en la protección a las víctimas.
La extorsión en Nezahualcóyotl y Chimalhuacán no solo persiste, sino que se adapta, se multiplica y se infiltra en la vida cotidiana. Habitantes y comerciantes advierten que los alcaldes están rebasados por esta dinámica delictiva, que requiere más que campañas preventivas.
Urge fortalecer la coordinación interinstitucional, mejorar la protección a quienes denuncian y aumentar la eficacia en la persecución de los criminales, consideraron los afectados como prioridades para hacer frente a esta problemática sin señales de cicatrización en el corto plazo.