La Justicia argentina autorizó este martes que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) cumpla su condena de seis años de prisión en su domicilio en Buenos Aires, específicamente en el barrio de Constitución. La decisión del juez Jorge Gorini, responsable de la ejecución de la sentencia, también suspendió su comparecencia ante los tribunales, marcando que la líder peronista ya está en prisión y que la condena entra en vigor.
Fernández, de 72 años, será vigilada mediante un dispositivo electrónico y deberá cumplir varias condiciones, como no abandonar su residencia salvo en circunstancias excepcionales justificadas, evitar comportamientos que alteren la tranquilidad vecinal y proporcionar un listado de su familia, personal médico y abogados en un plazo de 48 horas.
La resolución contempla informes trimestrales de supervisión y medidas para garantizar su convivencia pacífica en el barrio. Además, la condena fue dictada en 2022 por el delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado, relacionado con irregularidades en obras viales en Santa Cruz durante sus mandatos y los de su esposo, Néstor Kirchner.
A pesar de que Fernández cumplió 72 años en febrero, el beneficio de la prisión domiciliaria fue concedido según las leyes argentinas que permiten esta modalidad para mayores de 70 años. La Corte Suprema confirmó en junio pasado su sentencia, tras lo cual su defensa solicitó el beneficio, argumentando su edad, condición de exjefa de Estado y el intento de magnicidio del que fue víctima en 2022.
Por su parte, la Fiscalía expresó su rechazo, alegando que no existían razones humanitarias suficientes para justificar esta modalidad de cumplimiento de condena.
