Para quienes han asumido el running como un estilo de vida, mejorar marcas, obtener mejores tiempos y alcanzar podios son metas comunes en su camino. Sin embargo, mantener ese progreso requiere una asesoría adecuada, entrenamientos estructurados y un monitoreo constante de la salud. Ignorar las señales del cuerpo puede tener consecuencias graves.
Correr es una actividad física beneficiosa, pero en ocasiones el cuerpo advierte que es necesario detenerse. El objetivo debe ser siempre mejorar la salud y el rendimiento, sin ponerlos en riesgo.
Un ejemplo de la popularidad de este deporte es la Primera Carrera de El Sol de Toluca, que se realizará el 1 de junio y contará con distancias de 10.4 km, 5 km y una caminata recreativa de 3 km, con salida y meta frente al Cosmovitral. Eventos como este requieren preparación, pero también responsabilidad corporal.
El cuerpo dispone de mecanismos para señalar que algo no está bien, sin embargo, el running puede enmascarar esas señales. Durante la actividad se liberan endorfinas que generan bienestar, lo que puede llevar a ignorar dolores o síntomas importantes. Por ello, es fundamental reconocer las señales de alerta:
- Dolor en el pecho, aunque sea leve o pasajero, nunca debe ser ignorado. Si aparece y desaparece con el reposo, puede parecer menor, pero podría tratarse de angina de pecho u otras condiciones coronarias. En caso de dolor nuevo o distinto, se debe buscar atención médica de inmediato.
- Mareos, que en ocasiones se atribuyen al esfuerzo o a una caída de azúcar, también pueden ser indicios de problemas cardíacos, arritmias o deshidratación severa. Si se repiten, es necesario acudir al médico.
- Sensación de falta de aire desproporcionada durante o tras el ejercicio puede ser signo de problemas respiratorios o cardiovasculares. Si no mejora después de cinco minutos de descanso, debe consultarse a un especialista.
- Aunque el dolor muscular post-entrenamiento es normal, el dolor en articulaciones no lo es. Puede indicar problemas en tendones, ligamentos o fracturas por sobreuso. Continuar entrenando en esas condiciones puede ocasionar lesiones crónicas o irreversibles.
- La parte emocional también es relevante. La pérdida de motivación, el insomnio o la fatiga constante pueden ser indicios de sobreentrenamiento o mala planificación, y también pueden estar relacionados con una alimentación inadecuada.
En caso de dudas sobre el estado de salud, lo recomendable es realizarse pruebas de esfuerzo o un chequeo médico deportivo completo. Estas evaluaciones ayudan a detectar condiciones silentes y permiten entrenar de manera segura y efectiva.
Recuerda: correr debe traducirse en salud, no en sacrificio físico. Escuchar las señales del cuerpo es esencial para un rendimiento sostenible y libre de lesiones.