El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró el jueves que fue presuntamente víctima de un intento de envenenamiento tras recibir obsequios con sustancias químicas peligrosas durante un encuentro con agricultores en la provincia costera de Los Ríos. Los regalos, que consistían en una mermelada de tamarindo, una de chocolate y una mistela de cacao, fueron entregados en una canasta artesanal por la emprendedora Yolanda Peñafiel. Tras realizar pruebas de rutina, se determinó que en estos productos se detectaron sustancias químicas nocivas en concentraciones altas, incluyendo cloruro de tionilo, cloroetanol y antraceno, todos sin registro sanitario para consumo humano.
Noboa explicó en una entrevista con CNN que había tres químicos diferentes en niveles elevados y que era prácticamente imposible que estos componentes estuvieran en esas concentraciones de forma accidental o en el empaque. La Casa Militar Presidencial presentó una denuncia formal ante la Fiscalía acompañada de las evidencias, y ahora se realiza una pericia para determinar responsabilidades.
La entregadora, Yolanda Peñafiel, manifestó a La Contral que se encontraba “triste y preocupada” y aseguró que su intención no fue causar daño; afirmó que entregó los productos de buena voluntad y que desconoce qué pudo haber ocurrido después de la entrega.
Este incidente se suma a una serie de amenazas contra la seguridad de Noboa en un contexto de protestas indígenas y tensiones sociales. En semanas recientes, manifestantes lanzaron artefactos y piedras contra el vehículo presidencial y provocaron la movilización de medidas extremas para garantizar su integridad, incluyendo vehículos blindados y protocolos de seguridad reforzada.
El mandatario, de 37 años, manifestó su rechazo a los ataques y destacó que nadie merece ser víctima de violencia, ya sea física o química. El incidente ocurre en un momento crucial, ya que el gobierno se prepara para la consulta popular del 16 de noviembre, en la cual Noboa busca impulsar una Asamblea Constituyente. Las autoridades mantienen que estos hechos reflejan un ambiente de violencia y amenazas que buscan alterar la estabilidad del país y afectar la seguridad del mandatario.