La Corte Suprema de Estados Unidos confirmó este miércoles el respaldo a una ley estatal que prohíbe a menores acceder a tratamientos de transición de género, en medio de un intenso debate nacional. Hasta ahora, más de veinte estados gobernados por republicanos han implementado regulaciones que limitan la atención médica para jóvenes transgénero.
Con una votación de seis a tres, la máxima instancia judicial avaló la ley de Tennessee, que prohíbe tratamientos hormonales, bloqueadores de pubertad y cirugías de cambio de sexo para menores de 18 años.
El presidente de la Corte, John Roberts, enfatizó que la función del tribunal no es juzgar la sabiduría o lógica de las leyes, sino garantizar que no vulneren derechos constitucionales de protección igualitaria. Añadió que estos temas, considerados de política pública, corresponden a los representantes electos de la ciudadanía.
La corte analizó la ley tras escuchar alegatos en diciembre. El Departamento de Justicia, bajo el mandato del expresidente Joe Biden, se opuso argumentando que violaba la cláusula de igualdad de la Constitución al negar acceso a tratamientos médicos a personas transgénero, derechos que otros disfrutan.
Mientras tanto, el expresidente Donald Trump, republicano, firmó un decreto que restringe procedimientos de transición para menores, eliminando fundamentalmente respaldo federal a estos tratamientos, aunque no existe una ley nacional explícita contra ellos.
La American Academy of Pediatrics (AAP) advirtió que esta legislación sienta un peligroso precedente de interferencia en la práctica médica, pues el cuidado afirmativo de género es considerado médico y científicamente necesario para tratar la disforia de género.
Organizaciones defensoras de derechos civiles y médicos argumentan que prohibir estos tratamientos solo perjudica la salud y dignidad de los jóvenes afectados. La Alianza Defendiendo la Libertad, grupo legal conservador, celebró la decisión, considerándola una victoria y un avance hacia la erradicación de lo que llaman 'experimentos peligrosos'.
Por su parte, abogados que representan a jóvenes transgénero y sus familias señalaron que las leyes de Tennessee eliminan tratamientos que han significado un alivio para años de sufrimiento. Chase Strangio, representante de la Unión Americana de Libertades Civiles, criticó la prohibición por ignorar el juicio de padres y médicos.
Trump, en su discurso de investidura, declaró que solo existirían dos géneros y firmó una orden que restringe tratamiento para menores, acusando a estos procedimientos de ser dañinos y prometiendo que esa tendencia peligrosa debe terminar.
El decreto también limita el financiamiento de tratamientos de transición en programas de salud pública como Medicaid, Medicare y seguros del Departamento de Defensa, afectando a millones de estadounidenses. Un estudio del Instituto Williams de UCLA estima que 1.6 millones de personas en EE. UU. se identifican como transgénero, evidenciando la relevancia del tema en la política y sociedad del país.