La justicia francesa analiza este jueves las acusaciones del actor Gérard Depardieu contra un reportaje de la televisión pública de 2023, que lo muestra realizando comentarios obscenos sobre una niña que montaba en pony.
El reportaje titulado “Gérard Depardieu: La caída del ogro” salió a la luz en un contexto de acusaciones por agresiones sexuales contra el actor de 76 años, en medio del movimiento #MeToo en Francia.
En mayo, la justicia lo condenó a 18 meses de prisión condicional por agresión sexual a dos mujeres durante un rodaje en 2021, y en septiembre, dispuso otro juicio por violación. El actor mantiene su inocencia y ha recurrido ambas decisiones.
El juicio actual focaliza en una escena de casi un minuto filmada en un centro ecuestre en Corea del Norte en 2018, en la que el reportaje emite comentarios obscenos de Depardieu con imágenes de una pequeña jinete.
La defensa del actor denuncia que hubo manipulación y sostiene que estas declaraciones se referían a una mujer adulta, que no aparece en la grabación, y que se trataría de una escena dentro de una obra de ficción en colaboración con el escritor Yann Moix, quien acompaña a Depardieu.
La delegación de France Télévisions, en defensa de su trabajo, negó cualquier manipulación o montaje ilícito, y afirmó que la secuencia fue autentificada por un perito judicial, asegurando que no existen dudas sobre su autenticidad.
Por su parte, los autores del reportaje mantienen que la edición no distorsiona la realidad y que las declaraciones efectivamente corresponden a la niña, apoyándose en otras grabaciones de la misma secuencia.
El tribunal ordenó una segunda evaluación para determinar con precisión todas las operaciones de edición y definir si las declaraciones del actor se referían a la menor o a otra persona. El abogado de Depardieu, Jérémie Assous, indica que el perito concluyó que hubo un montaje ilícito.
El reportaje generó gran impacto en Francia. La entonces ministra de Cultura, Rima Abdul Malak, aseguró que Depardieu “avergüenza” al país, mientras que el presidente Emmanuel Macron defendió al actor, considerándolo una víctima de una “cacería humana”.